Toma de Riesgos: Adolescentes y Jóvenes
- EmergenciasUNO

- 12 sept
- 4 Min. de lectura
INFORMACIÓN PARA PADRES - SALUD PEDIÁTRICA
Aviso Legal
Este contenido tiene fines informativos y no sustituye la consulta con su médico o profesional de salud. No incentivamos por ninguna razón la automedicación. Se ha realizado un esfuerzo para asegurar que la información sea precisa, actualizada y clara. En www.emergencias.org.es no nos responsabilizamos por errores, omisiones o los resultados de tratamientos descritos. Las publicaciones informativas se actualizan regularmente, por lo que se recomienda asegurarse de tener la versión más reciente.
Puntos clave
Asumir riesgos forma parte natural del crecimiento y desarrollo.
Los adolescentes se arriesgan por múltiples motivos: curiosidad, búsqueda de aceptación, amistad o independencia.
La influencia de los pares aumenta la probabilidad de que un joven se arriesgue.
No todos los riesgos son negativos; algunos pueden ser positivos y beneficiosos.
Es importante identificar señales de advertencia de conductas peligrosas.
Elegir un momento tranquilo facilita hablar con los hijos sobre los riesgos.
Los padres pueden motivar a sus hijos a asumir riesgos positivos, como practicar deportes o explorar un nuevo pasatiempo.
¿Qué es la toma de riesgos?
Asumir riesgos significa tomar decisiones cuyo resultado no se conoce. El desenlace puede ser favorable, pero también perjudicial. Algunos riesgos tienen consecuencias leves, como faltar a una clase, mientras que otros pueden ser graves, como conducir bajo los efectos del alcohol.
¿Por qué los adolescentes toman riesgos?
Arriesgarse es parte del proceso de maduración. A través de estas experiencias los jóvenes ponen a prueba sus límites, aprenden de sus errores y construyen su identidad.
Las razones más frecuentes incluyen:
Curiosidad,
Búsqueda de amistad y aceptación,
Deseo de aprender nuevas habilidades,
Necesidad de emociones positivas,
Evasión de sentimientos negativos,
Desarrollo de propósito personal,
Búsqueda de independencia,
Presión de grupo.
Durante la adolescencia ocurren cambios físicos, emocionales y cerebrales que intensifican estas conductas. La satisfacción obtenida de experiencias positivas los motiva a repetirlas.
Ejemplos de conductas de riesgo en adolescentes
Algunas prácticas comunes que pueden ser peligrosas incluyen:
Consumo de alcohol,
Vapeo y tabaco,
Uso de drogas ilícitas,
Conducir o viajar en vehículos con conductores bajo influencia,
Uso riesgoso de redes sociales (sexting, publicar datos personales),
Juego y apuestas,
Actividad sexual sin protección,
Conductas violentas o agresivas.
Muchas veces estos comportamientos se combinan. Por ejemplo, beber en exceso puede llevar a relaciones sexuales sin protección.
El papel de los pares en la toma de riesgos
En la niñez, las decisiones dependen en gran medida de los padres. Durante la adolescencia, la influencia de los amigos se vuelve más determinante.
Esto puede ser positivo: los pares pueden motivar a los jóvenes a tomar riesgos saludables, como unirse a un deporte o participar en actividades sociales. Sin embargo, también pueden impulsar conductas peligrosas.
Hablar de consentimiento y de cómo establecer límites claros ayuda a que los adolescentes se protejan y sepan decir “no” en situaciones de presión.
Señales de riesgos peligrosos
No todos los riesgos son negativos, pero es importante estar atentos a los signos que indican conductas problemáticas:
Aislamiento de la familia o amigos,
Caída en el rendimiento académico,
Ausencias escolares frecuentes,
Pedir dinero con regularidad,
Pasar mucho tiempo fuera de casa sin explicación.
En casos de consumo de sustancias, se pueden observar síntomas físicos como fatiga, vómitos, pupilas dilatadas, ojos enrojecidos, sudoración, irritabilidad o incluso alucinaciones.
Detectar estas señales a tiempo permite intervenir de manera preventiva.
¿Cómo hablar con los hijos sobre la toma de riesgos?
Conversar abiertamente con los adolescentes es clave. Estas charlas deben darse en un ambiente relajado y sin juicios, enfocándose en empoderarlos más que en asustarlos.
Algunas recomendaciones:
Aprovechar experiencias cotidianas (p. ej. si mencionan que un amigo fuma o vapea),
Hacer preguntas abiertas,
Enfatizar la importancia de asumir riesgos positivos en lugar de centrarse solo en lo negativo.
Toma de riesgos positiva
Los riesgos positivos son experiencias nuevas, legales y socialmente aceptadas, donde las consecuencias negativas son mínimas.
Ejemplos:
Unirse a un nuevo deporte,
Probar actividades de aventura como escalada o senderismo,
Asistir a un evento social,
Aprender un instrumento o participar en actividades culturales.
El objetivo no es eliminar el impulso de arriesgarse, sino canalizarlo hacia actividades constructivas.
Apoyando a su hijo adolescente
La mejor estrategia es mantener una relación sólida y abierta. Algunos consejos prácticos:
Interesarse por su grupo de amigos,
Asegurarse de que siempre puedan contactarlo,
Establecer un plan de emergencia y transporte seguro,
Conversar sobre cómo mantenerse seguros en fiestas o situaciones sociales,
Reforzar la importancia del consentimiento y el respeto,
Garantizar que sepan pedir ayuda en cualquier situación.
Preguntas frecuentes sobre conductas de riesgo en adolescentes
¿Qué adolescentes son más propensos a asumir riesgos peligrosos?
Todos los adolescentes corren riesgos, pero son más frecuentes en jóvenes con problemas de salud mental, alto estrés o falta de apoyo familiar y social.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo si toma una mala decisión?
El apoyo es fundamental. Mostrar enojo o juicio solo fomentará el silencio en el futuro. Lo ideal es asegurarse de que el adolescente esté a salvo y luego conversar cuando ambos estén tranquilos.
¿Qué pasa si los amigos de mi hijo son una mala influencia?
No siempre se puede elegir con quién se relaciona, pero sí se puede reducir la influencia negativa con comunicación abierta, límites claros y preguntas que inviten a la reflexión.
¿Debo preocuparme por los riesgos que asume mi hijo?
Es normal que desafíen los límites. Sin embargo, si las conductas arriesgadas son frecuentes y peligrosas (uso de drogas, violencia, consumo excesivo de alcohol), conviene buscar orientación médica o psicológica.

Comentarios