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Toma de riesgos en niños y adolescentes

INFORMACIÓN PARA PADRES - SALUD PEDIÁTRICA


Aviso Legal


Este contenido tiene fines informativos y no sustituye la consulta con su médico o profesional de salud. No incentivamos por ninguna razón la automedicación. Se ha realizado un esfuerzo para asegurar que la información sea precisa, actualizada y clara. En www.emergencias.org.es no nos responsabilizamos por errores, omisiones o los resultados de tratamientos descritos. Las publicaciones informativas se actualizan regularmente, por lo que se recomienda asegurarse de tener la versión más reciente.


Poner a prueba los límites: ¿por qué los niños toman riesgos?


Probar cosas nuevas y explorar los límites es una parte normal del desarrollo infantil y adolescente. A través de estas experiencias, los jóvenes aprenden de los errores y descubren sus capacidades.


Sin embargo, algunas conductas de riesgo pueden tener consecuencias negativas y afectar la salud, la seguridad o las relaciones sociales de los adolescentes.


Entre los factores que influyen en la toma de riesgos se encuentran:


  • La presión de los compañeros,


  • El modelado de lo que ven en redes sociales o medios,


  • El aburrimiento y la búsqueda de desafíos,


  • La idea equivocada de que “nada malo me pasará”,


  • Problemas de salud mental,


  • La influencia de familiares o amigos,


  • El cuestionamiento de normas sociales,


  • La falta de modelos positivos de conducta.


Tipos de riesgos comunes en la adolescencia


Los riesgos que los hijos pueden enfrentar dependen en gran medida de la edad y del entorno en el que crecen. Algunos de los más frecuentes incluyen:


  • Consumo de drogas y alcohol,


  • Prácticas sexuales inseguras,


  • Exposición a riesgos en línea (sexting, publicaciones comprometedoras),


  • Participación en actividades ilegales o violentas, como pandillas o riñas.


Consecuencias de la toma de riesgos perjudiciales


Los efectos de ciertas conductas de riesgo pueden manifestarse a corto y largo plazo:


  • Salud: consumo de alcohol y drogas que afecta el juicio, provoca daños físicos y genera problemas de adicción.


  • Ámbito legal: sanciones por posesión de drogas, participación en delitos o consecuencias legales del sexting, que puede considerarse pornografía infantil.


  • Relaciones y vida social: pérdida de confianza, daños a la reputación por publicaciones en línea, impacto en amistades o en futuras oportunidades laborales.


¿Cómo ayudar a los hijos a evitar riesgos peligrosos?


Los padres pueden acompañar y guiar a sus hijos para que tomen decisiones más seguras. Algunas recomendaciones incluyen:


  • Mantener conversaciones tranquilas sobre los riesgos reales,


  • Explicar la importancia de las reglas familiares y su finalidad,


  • Fomentar actividades atractivas y seguras como deportes, arte o música,


  • Hablar abiertamente sobre la presión de grupo y cómo resistirla,


  • Ser un modelo de conducta coherente con los valores que se desean transmitir.


El papel de la comunicación y el acompañamiento


La adolescencia es una etapa en la que los jóvenes buscan independencia. Esto puede generar ansiedad en los padres, especialmente cuando observan conductas que parecen peligrosas.


Lo más importante es mantener una comunicación abierta, basada en la confianza. Los adolescentes necesitan saber que pueden equivocarse y aún así contar con el apoyo de sus padres.


Apoyo para las familias


La toma de riesgos puede ser motivo de preocupación constante. Es recomendable que los padres también busquen apoyo para manejar sus propias emociones y aprender estrategias de acompañamiento.


Además de médicos y psicólogos especializados en adolescentes, existen líneas de orientación familiar y servicios comunitarios que pueden ofrecer acompañamiento en temas de crianza y prevención de conductas de riesgo.

 
 
 

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