MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de la Otitis Media Aguda
El manejo de la otitis media aguda (OMA) tiene como objetivo principal aliviar los síntomas, tratar la infección y prevenir complicaciones. Las estrategias incluyen:
Manejo del dolor:
Analgésicos: El tratamiento del dolor es crucial. Se recomienda el uso de paracetamol o ibuprofeno, que no solo alivian el dolor sino también ayudan a controlar la fiebre. Estos fármacos pueden administrarse según la necesidad y la severidad del dolor, tanto en niños como en adultos.
Aplicación de calor: Colocar compresas calientes sobre la oreja afectada puede ayudar a reducir la sensación de dolor.
Uso de antibióticos:
Antibióticos de primera línea: Aunque muchos casos de OMA son virales y se resuelven sin tratamiento antibiótico, se pueden prescribir antibióticos en situaciones específicas. El antibiótico de elección suele ser amoxicilina.
Cuándo usar antibióticos: Se recomienda el uso de antibióticos en los siguientes casos:
Niños menores de 2 años con otitis media bilateral.
Personas con otorrea (secreción de líquido por el oído).
Pacientes con síntomas graves, como fiebre superior a 39°C o dolor muy intenso.
Personas con mayor riesgo de complicaciones, como inmunocomprometidos, o aquellos con antecedentes de otitis media recurrente.
Duración del tratamiento: La duración típica del tratamiento con antibióticos es de 5 a 10 días, dependiendo de la gravedad de la infección y de la respuesta clínica. En adultos, se suele recomendar una duración más corta de 5 a 7 días, mientras que en niños pequeños o casos complicados, puede ser de hasta 10 días.
Observación vigilante:
En pacientes con síntomas leves a moderados, especialmente si tienen más de 2 años, se puede optar por una estrategia de observación vigilante durante 48 a 72 horas. Si no hay mejoría o los síntomas empeoran durante este período, se debe iniciar el tratamiento con antibióticos. Esta estrategia permite evitar el uso innecesario de antibióticos en casos virales que se resuelven espontáneamente.
Tratamiento de las complicaciones:
Timpanocentesis: En casos graves o recurrentes, o si no hay respuesta a los antibióticos, puede ser necesario realizar una timpanocentesis para drenar el líquido del oído medio y enviar muestras para cultivo bacteriano.
Drenaje timpánico (miringotomía): En niños con episodios recurrentes de OMA o en aquellos con otitis media con derrame persistente que afecta la audición, puede ser necesario realizar una miringotomía y colocar tubos de ventilación en el tímpano (tubos de timpanostomía) para permitir la salida del líquido y mejorar la ventilación del oído medio.
Prevención y educación del paciente:
Evitar factores de riesgo: La exposición al humo del tabaco y el uso prolongado de chupetes pueden aumentar el riesgo de otitis media en niños. Se recomienda evitar estos factores de riesgo en la medida de lo posible.
Vacunación: La vacunación contra el neumococo y la influenza es efectiva para reducir la incidencia de otitis media aguda, ya que previenen las infecciones respiratorias que a menudo desencadenan la otitis media.
Lactancia materna: Se ha demostrado que la lactancia materna reduce el riesgo de otitis media en los primeros años de vida. Por lo tanto, se debe promover la lactancia materna cuando sea posible.
Diagnóstico
El diagnóstico de la otitis media aguda se basa en una combinación de la historia clínica del paciente y el examen físico, en particular la otoscopia, que permite visualizar el tímpano y detectar signos de infección en el oído medio.
Síntomas típicos:
Dolor de oído (otalgia): El dolor de oído es el síntoma predominante y suele ser agudo, intenso y empeorar al acostarse o masticar.
Fiebre: Comúnmente, los pacientes, especialmente los niños, presentan fiebre moderada, aunque algunos pueden tener fiebre alta (>39°C).
Pérdida auditiva: Puede haber pérdida de audición temporal debido a la acumulación de líquido en el oído medio que afecta la conducción del sonido.
Otorrea: Si el tímpano se perfora, puede haber secreción purulenta o serosa del oído.
Signos típicos:
Membrana timpánica abombada: La otoscopia revela una membrana timpánica opaca, enrojecida y abombada, con disminución de la movilidad debido al líquido en el oído medio.
Membrana timpánica eritematosa: El enrojecimiento del tímpano indica inflamación e infección subyacente en el oído medio.
Movilidad timpánica reducida: Durante la otoscopia neumática, la movilidad del tímpano estará reducida o ausente debido al líquido acumulado.
Perforación timpánica: En casos graves, puede observarse una perforación en el tímpano, a menudo acompañada de secreción.
Diagnóstico Diferencial
Es importante diferenciar la otitis media aguda de otras condiciones que pueden causar síntomas similares, como dolor de oído o pérdida auditiva:
Otitis externa: Infección del canal auditivo externo que provoca dolor localizado y sensibilidad al tocar el pabellón auricular. A diferencia de la OMA, la otitis externa no afecta el tímpano ni causa dolor profundo en el oído medio.
Sinusitis: Puede causar dolor facial irradiado al oído, pero típicamente se asocia con congestión nasal y dolor de cabeza.
Cuerpo extraño en el oído: Especialmente en niños, los cuerpos extraños en el conducto auditivo pueden causar dolor y otorrea, pero generalmente no están asociados con fiebre ni síntomas sistémicos.
Mastoiditis: Infección del hueso mastoideo detrás de la oreja, que puede ser una complicación de la otitis media no tratada. Se presenta con fiebre alta, inflamación y dolor intenso detrás de la oreja.
Disfunción de la trompa de Eustaquio: La obstrucción de la trompa de Eustaquio puede causar sensación de presión, dolor de oído y pérdida auditiva, pero sin los signos clásicos de infección.
Definición
La otitis media aguda es una infección del oído medio, el espacio ubicado detrás de la membrana timpánica. Se caracteriza por una inflamación que resulta en la acumulación de líquido, pus o moco, lo que provoca dolor de oído, fiebre y, a menudo, pérdida auditiva temporal. La otitis media aguda puede ser causada por infecciones virales o bacterianas y suele aparecer como complicación de infecciones del tracto respiratorio superior.
Fisiopatología:
La otitis media aguda ocurre cuando la trompa de Eustaquio, que conecta el oído medio con la nasofaringe, se bloquea debido a una infección respiratoria, alergias, o cambios de presión. Esto permite la acumulación de líquido en el oído medio, creando un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano o viral.
Los principales patógenos implicados en la otitis media aguda incluyen Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis. Las infecciones virales como las causadas por el virus sincitial respiratorio y el virus de la gripe también pueden desencadenar episodios de OMA.
Tipos de Otitis Media:
Otitis media aguda bacteriana: Infección aguda del oído medio causada por bacterias, generalmente precedida por una infección respiratoria viral.
Otitis media viral: Inflamación del oído medio sin infección bacteriana, comúnmente autolimitada y relacionada con infecciones virales del tracto respiratorio superior.
Otitis media con efusión (OME): Presencia de líquido en el oído medio sin signos agudos de infección. Ocurre típicamente después de un episodio de OMA, y aunque no presenta síntomas agudos, puede causar pérdida auditiva temporal.
La otitis media aguda es una de las infecciones más comunes en la infancia, afectando a más del 75% de los niños antes de los 3 años. Aunque es menos frecuente en adultos, puede presentarse en cualquier grupo de edad. Las complicaciones potenciales incluyen perforación timpánica, mastoiditis y pérdida auditiva permanente si no se trata adecuadamente.
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