Cuidado de Heridas
- EmergenciasUNO

- 29 ago
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INFORMACIÓN PARA PADRES - SALUD PEDIÁTRICA
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Una herida es una ruptura en la piel, que puede deberse a un corte (laceración), raspadura (abrasión), pinchazo, ampolla o una incisión (como las que se hacen durante una cirugía o procedimiento médico).
El cuidado adecuado de la herida es esencial para que sane correctamente, evitar infecciones y reducir la formación de cicatrices. El tratamiento dependerá del tipo de herida; cada una requiere un manejo y un tipo de apósito distinto. El personal médico le dará instrucciones específicas, coordinará los controles necesarios y le explicará cómo manejar los apósitos en casa.
Si la herida de su hijo fue cerrada con puntos de sutura, grapas o pegamento, consulte nuestra hoja informativa sobre Cuidado de puntos de sutura y pegamento.
Si necesita orientación para primeros auxilios ante una herida, consulte nuestra hoja informativa sobre Cortes, raspaduras y laceraciones.
Cuidado de heridas en casa
A continuación, se presentan recomendaciones clave para facilitar una buena cicatrización en casa.
Mantenga el apósito seco
Para heridas leves, es recomendable mantener un apósito limpio y seco. Este protege la herida de infecciones y posibles golpes, además de conservar un ambiente húmedo y cálido favorable para la cicatrización.
Los apósitos pueden permanecer colocados varios días, según indicaciones médicas.
Su hijo no debe nadar hasta que la herida esté completamente curada.
Evite los baños hasta que el médico lo autorice (frecuentemente unas seis semanas, dependiendo del caso). Se recomienda ducharlo, ya que es más sencillo mantener la herida seca.
Después de una cirugía, generalmente se aplica un apósito seco e impermeable (transparente y adhesivo) sobre otro apósito. Si es impermeable, su hijo podrá ducharse sin problemas.
Si el apósito no es impermeable y se moja, debe cambiarse por uno limpio.
En casos de neurocirugía, no se utilizan apósitos impermeables; estos deben mantenerse secos en todo momento. El niño puede bañarse o ducharse sin mojar la cabeza. El apósito se retira 10 días después de la cirugía.
Proteger la herida
Lávese las manos antes y después de manipular la herida o los apósitos. Esta es la medida más importante para prevenir infecciones. Use agua y jabón o un desinfectante con base alcohólica.
Evite que la herida reciba golpes o presión. Su hijo no debe practicar deportes de contacto ni juegos bruscos mientras la herida cicatriza.
Proteja la herida de la exposición solar. Una vez cerrada, aplique protector solar sobre la cicatriz durante al menos un año para evitar que se oscurezca.
Si su hijo tuvo una cirugía, no retire las cintas quirúrgicas; deje que se despeguen solas. Si se despegan en los bordes, recorte con cuidado las puntas sueltas.
Fomentar una dieta saludable
Una alimentación equilibrada es esencial para una adecuada cicatrización. Asegúrese de que su hijo consuma:
Proteínas: esenciales para regenerar piel y tejido muscular (ej. carne magra, pollo, pescado, legumbres, lentejas, tofu, frutos secos, lácteos).
Carbohidratos: fuente de energía para el proceso de recuperación (ej. panes integrales, arroz, pasta, patatas, frutas y verduras).
Vitamina A: fortalece el sistema inmunológico y contribuye a la reparación de tejidos (ej. verduras de hoja verde, zanahorias, calabaza).
Vitamina C: ayuda en la producción de colágeno y en la función inmune (ej. cítricos, kiwi, fresas).
Retirada y cambios de apósitos
En general, los apósitos se pueden retirar una o dos semanas después de la cirugía, a menos que su médico indique lo contrario.
Puede acudir a su médico de cabecera para la revisión o, si se siente preparado, retirarlos usted mismo. Si la herida ya está bien cerrada, no es necesario volver a cubrirla.
En algunos casos, puede haber zonas sin cicatrizar que requerirán cambios de apósito. En el hospital le enseñarán cómo hacerlo o le programarán controles en una clínica especializada.
Los cambios de apósitos deben hacerse en un ambiente limpio en casa.
Pasos para cambiar un vendaje en casa:
Lávese las manos antes y después del procedimiento.
Prepare los nuevos apósitos en un área limpia y ábralos antes de retirar los usados.
Evite tocar directamente la herida.
Observe signos de infección (ver más abajo).
Tenga cuidado si utiliza agua caliente: evite que queme la piel.
Cuándo consultar a un médico
Es normal que la herida esté levemente enrojecida y con algo de inflamación al principio. Los bordes deben estar bien cerrados y no debería haber zonas abiertas.
Consulte con su médico si nota que la cicatrización es lenta o si la herida le preocupa.
Esté atento a los siguientes signos de infección:
Enrojecimiento creciente o piel caliente alrededor de la herida.
Aumento o exceso de secreción.
Formación de una costra amarilla o apariencia de pus.
Cambio en el color del exudado: de transparente a amarillo o verde.
Mal olor proveniente de la herida.
Fiebre o malestar general en su hijo.
Aumento del dolor en la zona afectada.
Si nota alguno de estos síntomas, acuda al médico de cabecera, al especialista tratante o al servicio de urgencias más cercano.
Importante: Si su hijo fue sometido a una neurocirugía y nota signos de infección o líquido saliendo de la herida, comuníquese de inmediato con el hospital.
Puntos clave para recordar
Mantenga la herida seca. Prefiera duchas sobre baños.
Proteja la zona de golpes, presión y exposición solar.
Lávese bien las manos antes y después de manipular la herida.
Observe signos de infección y consulte al médico si se presentan.
Para más información
Quemaduras – tratamiento médico
Cuidado de puntadas y pegamento
Cortes Raspaduras y Laceraciones
Comuníquese con su médico de cabecera o con el hospital que le brinda atención.
Preguntas frecuentes que les hacen a nuestros médicos
¿La herida de mi hijo dejará cicatriz?
Sí, toda herida deja una cicatriz, aunque su apariencia puede minimizarse con un buen cuidado. Una alimentación adecuada y proteger la zona del sol durante el primer año son claves. Masajear con crema hidratante cuando la herida esté cerrada también puede ayudar. Aunque algunas personas usan cremas con vitamina E, su efectividad para reducir cicatrices no está científicamente comprobada.
Si la herida está cubierta con un apósito o yeso, ¿cómo sabré si hay infección?
Observe la piel alrededor del apósito. Si está enrojecida, caliente, o si su hijo presenta fiebre, dolor creciente o malestar general, puede tratarse de una infección. Si tiene dudas, acuda a su médico de cabecera.

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