MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de las Venas varicosas
Evaluación inicial:
Se debe evaluar si las venas varicosas causan síntomas o complicaciones.
Investigar antecedentes de traumatismos, cirugía venosa, trombosis venosa profunda (TVP), úlceras o hemorragias relacionadas con venas varicosas.
Identificar factores de riesgo como la edad avanzada, el embarazo, la obesidad, el sexo femenino y trabajos que requieran estar mucho tiempo de pie o sentado.
Tratamiento conservador:
Información y asesoramiento: Explicar qué son las venas varicosas, su evolución y posibles complicaciones, brindando tranquilidad en los casos leves.
Medidas de autocuidado:
Pérdida de peso si es necesario.
Evitar estar de pie o sentado por largos periodos.
Elevar las piernas cuando sea posible.
Realizar actividad física ligera o moderada.
Compresión elástica: Las medias de compresión pueden aliviar los síntomas tras descartar insuficiencia arterial.
Derivación a un especialista vascular:
Referir al paciente si presenta síntomas persistentes, complicaciones como cambios en la piel, úlceras o trombosis venosa superficial.
Considerar tratamiento intervencionista como ablación endovenosa, escleroterapia con espuma o cirugía en pacientes con síntomas graves o complicaciones.
Embarazo: En las mujeres embarazadas, las venas varicosas suelen mejorar tras el parto; los tratamientos invasivos generalmente se posponen.
Tratamiento invasivo:
Para pacientes con síntomas severos o complicaciones, las opciones incluyen:
Ablación endovenosa: Tratamiento con energía térmica para cerrar las venas afectadas.
Escleroterapia con espuma: Inyección de un irritante que induce inflamación y cierre de la vena.
Cirugía: Ligadura y extracción de las venas afectadas.
Diagnóstico
Historia clínica:
Preguntar sobre los síntomas: dolor, pesadez, hinchazón, picazón y molestias en las piernas, que suelen empeorar al estar de pie y mejorar al elevar las piernas.
Evaluar antecedentes de traumatismos, cirugía, TVP, úlceras o hemorragias.
Considerar los factores de riesgo, como la predisposición genética, el embarazo, la obesidad y las ocupaciones que impliquen permanecer de pie o sentado durante largos periodos.
Examen físico:
Inspección visual y palpación de las venas con el paciente de pie y acostado, observando venas prominentes y tortuosas.
Evaluar la presencia de complicaciones como cambios en la piel (hiperpigmentación, eczema venoso, lipodermatoesclerosis), úlceras o tromboflebitis superficial.
Determinar el tamaño de las venas: las venas varicosas suelen medir 3 mm o más en diámetro cuando el paciente está de pie.
Ecografía Doppler:
Recomendado si hay dudas diagnósticas o para planificar tratamientos invasivos, permitiendo una evaluación detallada del flujo sanguíneo y la anatomía de las venas afectadas.
Diagnóstico Diferencial
Las venas varicosas deben diferenciarse de otras afecciones que causan hinchazón o dolor en las piernas, tales como:
Telangiectasias o venas en araña: Son venas intradérmicas finas, de menos de 1 mm de diámetro.
Venas reticulares: Venas dilatadas intradérmicas de entre 1-3 mm, que generalmente son asintomáticas.
Trombosis venosa profunda: Puede causar inflamación y dolor en la pierna, y puede estar asociada a venas varicosas.
Insuficiencia arterial: Debe ser descartada antes de prescribir medias de compresión, ya que la compresión podría empeorar la circulación arterial si hay insuficiencia.
Definición
Las venas varicosas son venas superficiales dilatadas y tortuosas que generalmente se encuentran en las extremidades inferiores. Se deben a la incompetencia de las válvulas venosas, lo que provoca reflujo de sangre, aumento de la presión en las venas y su subsecuente dilatación.
Estas venas pueden causar síntomas como dolor, pesadez, hinchazón y picazón, o simplemente representar una preocupación estética. Aunque son comunes y generalmente benignas, las venas varicosas pueden progresar y causar complicaciones graves como tromboflebitis, úlceras y cambios en la piel si no se manejan adecuadamente.
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