MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de Urticaria
El manejo de la urticaria depende de la duración, gravedad de los síntomas y posibles desencadenantes identificados. Las recomendaciones para el tratamiento incluyen:
Identificación y manejo de la causa subyacente:
Identificar y evitar factores desencadenantes, como el estrés, ciertos medicamentos (especialmente los AINEs), infecciones, alimentos o exposición a estímulos físicos (calor, frío, presión), es esencial en el manejo de la urticaria.
En casos de urticaria aguda, es probable que sea autolimitada y se resuelva sin tratamiento.
Tratamiento farmacológico:
Para síntomas que requieren tratamiento, se debe ofrecer un antihistamínico no sedante (como cetirizina, loratadina o fexofenadina) tomado diariamente por hasta 6 semanas.
En casos graves, se puede agregar un ciclo corto de corticosteroides orales (como prednisolona, 40 mg diarios durante hasta 7 días) en combinación con el antihistamínico.
Si los síntomas mejoran, se puede considerar continuar con antihistamínicos diariamente durante 3-6 meses en personas con urticaria crónica, o usarlos según necesidad en personas con síntomas menos frecuentes.
Si no hay respuesta adecuada al tratamiento con un antihistamínico, se pueden tomar medidas como:
Aumentar gradualmente la dosis del antihistamínico hasta cuatro veces la dosis licenciada (uso fuera de ficha técnica).
Cambiar a un antihistamínico no sedante alternativo.
Añadir un agente tópico antiprurítico (como loción de calamina) para aliviar la picazón.
Añadir un antihistamínico sedante por la noche (como clorfenamina) si la picazón interfiere con el sueño.
Referencias a especialistas:
La referencia a un dermatólogo o inmunólogo está indicada si:
Se sospecha de urticaria vasculítica, caracterizada por lesiones dolorosas y persistentes que duran más de 24 horas y pueden dejar una pigmentación residual.
La persona presenta urticaria crónica o urticaria inducida por estímulos físicos (como urticaria solar o por frío) que es difícil de manejar en atención primaria.
Las personas no responden bien a los tratamientos habituales.
La referencia a un psicólogo clínico puede ser necesaria si los síntomas de urticaria afectan significativamente la calidad de vida, causando problemas sociales o psicológicos importantes.
Medidas de autocuidado:
Aconsejar al paciente que mantenga un diario de síntomas para identificar factores desencadenantes.
Para los casos leves con un desencadenante claro, se puede aconsejar al paciente que la urticaria es autolimitada y se resolverá sin tratamiento en la mayoría de los casos.
Para aliviar la picazón, pueden recomendarse tratamientos tópicos antipruríticos como loción de calamina o cremas mentoladas.
Diagnóstico
El diagnóstico de la urticaria se basa principalmente en la historia clínica y el examen físico:
Historia clínica:
Preguntar sobre:
El momento de aparición de los síntomas.
Duración, frecuencia y patrón de recurrencia de las lesiones (habones).
Identificación de posibles factores desencadenantes, como infecciones, estrés, medicamentos, alimentos o estímulos físicos.
La gravedad de los síntomas, utilizando herramientas de evaluación como el Urticaria Activity Score (UAS7) para cuantificar el número de habones y el nivel de picazón durante 7 días.
Historial familiar de urticaria, alergias o enfermedades autoinmunes.
Evaluar la relación de los síntomas con el ciclo menstrual en mujeres, viajes, trabajo o pasatiempos.
Examen físico:
Los habones son lesiones típicas de la urticaria, que pueden variar en tamaño y forma, siendo solitarias o múltiples, y localizadas o generalizadas.
Los habones presentan tres características principales:
Hinchazón central (de color rojo o blanco) rodeada de un área de eritema.
Picazón o ardor asociado.
Lesiones fugaces que desaparecen en un plazo de 1-24 horas sin dejar cicatrices.
Diagnóstico diferencial:
Si las lesiones persisten más de 24 horas, son dolorosas y no desaparecen con la presión, puede sospecharse de urticaria vasculítica.
Se deben considerar otras condiciones como eczema atópico, dermatitis de contacto, picaduras de insectos, eritema multiforme y dermatitis herpetiforme.
Diagnóstico Diferencial
Entre las condiciones que pueden simular urticaria se incluyen:
Eczema atópico: Lesiones acompañadas de mayor sequedad y enrojecimiento, con rash que persiste más allá de 24 horas.
Dermatitis de contacto: La erupción suele ser más irritada y localizada en áreas de contacto con alérgenos.
Vasculitis urticarial: Las lesiones persisten por más de 24 horas, son dolorosas y dejan pigmentación. Puede estar asociada con enfermedades autoinmunes.
Eritema multiforme: Presenta lesiones fijas en “diana” que no desaparecen en pocas horas.
Infección parasitaria: Puede causar urticaria en ciertos casos, especialmente en infecciones crónicas.
Definición
La urticaria es una hinchazón superficial de la piel y mucosas que produce una erupción cutánea roja, elevada y pruriginosa (habones). Se clasifica según su duración:
Urticaria aguda: Dura menos de 6 semanas y suele ser autolimitada.
Urticaria crónica: Dura 6 semanas o más, presentándose casi a diario. Se clasifica en:
Urticaria crónica espontánea: No tiene una causa externa identificable.
Urticaria crónica inducible: Ocurre en respuesta a estímulos físicos como calor, frío o presión.
El angioedema, una forma más profunda de urticaria, afecta capas más profundas de la piel como el tejido subcutáneo, y se caracteriza por hinchazón sin erupción visible en la superficie.
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