Uretritis
- EmergenciasUNO

- 10 dic 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 13 dic 2024
MANUAL DE MEDICINA DE EMERGENCIAS 2025
La uretritis es una inflamación de la uretra causada principalmente por agentes infecciosos, ya sean bacterias o virus. Esta condición afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque con diferencias en su presentación y prevalencia. A continuación, se presenta un análisis detallado de los aspectos más relevantes de esta patología.
Síntomas
Los síntomas de la uretritis pueden variar según el sexo del paciente y el agente etiológico. En general, los síntomas más comunes incluyen:
Dolor o ardor durante la micción (disuria)[1][3]
Aumento en la frecuencia y urgencia urinaria[1][2]
Secreción uretral, que puede ser mucoide o purulenta[2][3]
Dolor pélvico o abdominal[1][3]
Prurito uretral[2]
En hombres, se pueden presentar síntomas adicionales como:
Dolor durante la eyaculación[1][6]
Presencia de sangre en la orina[1]
En mujeres, pueden observarse:
Dolor durante las relaciones sexuales[1][6]
Aumento del flujo vaginal[6]
Es importante destacar que un porcentaje significativo de casos puede ser asintomático, especialmente en mujeres[3][6].
Signos Clínicos
Los signos clínicos de la uretritis incluyen:
Eritema del meato uretral[2]
Edema del meato uretral (carnetitis)[6]
Secreción uretral visible[2][3]
En casos de uretritis gonocócica, la secreción suele ser más abundante y de color verde amarillento[2]
En uretritis no gonocócica, la secreción puede ser más escasa y de aspecto mucoseroso[5]
Exploración
La exploración física en casos de uretritis debe incluir:
Examen del abdomen y la vejiga[1]
En hombres: exploración del escroto y pene[1]
En mujeres: examen pélvico y abdominal[1]
Inspección visual del meato uretral para detectar infección o secreción[6]
Palpación de los ganglios inguinales para detectar posible linfadenopatía[6]
Pruebas Diagnósticas
El diagnóstico de la uretritis se basa en una combinación de hallazgos clínicos y pruebas de laboratorio:
Análisis de orina: Se busca la presencia de leucocitos y bacterias[2][3]
Frotis uretral: Se realiza una tinción de Gram para identificar bacterias y contar leucocitos polimorfonucleares[3][5]
Cultivo de secreción uretral: Para identificar N. gonorrhoeae y otros patógenos[5][6]
Pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT): Altamente sensibles y específicas para detectar N. gonorrhoeae, C. trachomatis y otros patógenos[4][6]
PCR en orina: Especialmente útil para detectar casos asintomáticos o con síntomas leves[6]
En casos de sospecha de transmisión por vía oral o anal, se deben tomar muestras adicionales de faringe y recto[6].
Manejo de emergencias
El manejo inicial de la uretritis en el servicio de emergencias debe incluir:
Evaluación clínica completa y toma de muestras para pruebas diagnósticas[4]
Inicio de tratamiento empírico: En casos de secreción uretral confirmada sin identificación inmediata del agente etiológico, se recomienda tratar tanto para clamidia como para gonorrea[4]
Azitromicina 1 g vía oral, dosis única
Ceftriaxona 500 mg intramuscular, dosis única
Educación al paciente sobre la importancia de completar el tratamiento y la abstinencia sexual hasta la resolución de los síntomas[1]
Notificación y tratamiento de las parejas sexuales[1]
Seguimiento para evaluar la respuesta al tratamiento y realizar pruebas adicionales si es necesario[4]
La uretritis es una condición común que requiere un diagnóstico preciso y un tratamiento oportuno para prevenir complicaciones y reducir la transmisión. El manejo adecuado en el servicio de emergencias puede mejorar significativamente los resultados clínicos y epidemiológicos.
Citas

Comentarios