MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
Las úlceras vulvares representan un desafío diagnóstico y terapéutico en la práctica ginecológica debido a su variada etiología y presentación clínica. Este artículo aborda los aspectos más relevantes de esta patología, incluyendo síntomas, signos clínicos, exploración, pruebas diagnósticas y manejo en emergencias.
Síntomas
Los síntomas de las úlceras vulvares pueden variar según la etiología, pero complejos incluyen:
Dolor intenso en la región genital[1][2]
Ardor o picazón en la zona afectada[2]
Disuria o dolor al orinar[9]
Dispareunia o dolor durante las relaciones sexuales[5]
Síntomas sistémicos como fiebre, malestar general y linfadenopatía inguinal[1][11]
En algunos casos, especialmente en la úlcera de Lipschütz, los síntomas pueden ir precedidos de un cuadro pseudogripal con fiebre, odinofagia y mialgias[11].
Signos Clínicos
La presentación clínica de las úlceras vulvares puede incluir:
Lesiones únicas o múltiples en la región vulvar[1][2]
Úlceras de bordes bien definidas con base eritematosa o necrótica[3][10]
Edema vulvar circundante[3]
Secreción purulenta o fibrinosa en la base de la úlcera[3][10]
Lesiones “en espejo” o bilaterales, características de la úlcera de Lipschütz[12]
Es importante destacar que la apariencia de las úlceras puede variar según su etiología y estadio evolutivo[2][5]
Exploración
La exploración física debe ser minuciosa e incluir:
Inspección detallada de la vulva, periné y región perianal[1][3]
Evaluación del tamaño, profundidad y características de las úlceras[3][10]
Palpación de adenopatías inguinales[1][11]
Examen del cuello uterino y vagina para descartar lesiones asociadas[3]
Exploración de la cavidad oral en busca de lesiones concomitantes[11]
Es fundamental realizar la exploración de manera cuidadosa, ya que las lesiones suelen ser muy dolorosas[1][2].
Pruebas Diagnósticas
El diagnóstico de las úlceras vulvares requiere un enfoque multidisciplinario:
Cultivos bacterianos y virales de las lesiones[1][3]
Serología para enfermedades de transmisión sexual (VIH, sífilis, herpes)[1][9]
Pruebas serológicas para virus Epstein-Barr, citomegalovirus e influenza[10][12]
Biopsia de la lesión en casos seleccionados[1][3]
Estudios de imagen (ecografía, resonancia magnética) si se sospecha enfermedad inflamatoria pélvica[5]
Es importante destacar que el diagnóstico de úlcera de Lipschütz es principalmente de exclusión[12]
Manejo de emergencias
El abordaje inicial de las úlceras vulvares en el servicio de emergencias debe incluir:
Analgesia adecuada, incluyendo anestésicos tópicos y analgésicos sistémicos[1][11]
Toma de muestras para cultivos y serologías antes de iniciar el tratamiento[1][3]
Antibioticoterapia empírica en casos de sospecha de infección bacteriana[3][10]
Antivirales si se sospecha infección por herpes simple[9]
Curas locales con soluciones antisépticas y fomentos[3][11]
Corticoides tópicos en casos seleccionados, como la úlcera de Lipschütz[12]
Valoración de la necesidad de ingreso hospitalario en casos graves o complicados[3][10]
Es fundamental proporcionar información y apoyo psicológico a la paciente, dada la naturaleza sensible de esta patología[5].
Las úlceras vulvares representan un reto diagnóstico que requiere un abordaje sistemático y multidisciplinario. El conocimiento de sus diversas presentaciones clínicas y etiologías es esencial para un manejo adecuado y oportuno, mejorando así la previsión y la calidad de vida de los pacientes afectados.
Citas
[1] https://www.msdmanuals.com/es/hogar/infecciones/infecciones-por-el-virus-del-herpes/herpes-genital
[3] https://www.elsevier.es/es-revista-progresos-obstetricia-ginecologia-151-articulo-ulcera-vulvar-aguda-13108002
7] https://www.elsevier.es/es-revista-clinica-e-investigacion-ginecologia-obstetricia-7-articulo-ulceras-vulvares-un-reto-diagnostico-S0210573X2030112X
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