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Tétanos

Actualizado: 12 dic 2024

MANUAL DE EMERGENCIAS 2025



El tétanos es una enfermedad infecciosa grave causada por la bacteria Clostridium tetani, que afecta al sistema nervioso y puede ser potencialmente mortal. Este artículo académico abordará los aspectos clave del tétanos, incluyendo sus síntomas, signos clínicos, exploración, pruebas diagnósticas y manejo en emergencias.


Síntomas


Los tétanos se caracterizan por la aparición gradual de síntomas, generalmente entre 3 y 21 días después de la infección, con un promedio de 10 días[2]. Los síntomas más comunes incluyen:


  • Rigidez muscular, especialmente en la mandíbula (trismo)

  • Dificultad para tragar (disfagia)

  • Inquietud e irritabilidad

  • Rigidez en el cuello, brazos y piernas.

  • Espasmos musculares dolorosos

  • Dificultad para respirar

  • Fiebre

  • Sudoración excesiva

  • Taquicardia


En casos avanzados, los pacientes pueden experimentar espasmos generalizados dolorosos que duran varios minutos, a menudo desencadenados por estímulos menores como ruidos fuertes o contacto físico[2].


Signos clínicos


Los signos clínicos del tétanos incluyen:


  • Trismo o “mandíbula cerrada”

  • Risa sardónica (risus sardonicus), una expresión facial característica con sonrisa fija y elevación de las cejas[1]

  • Opistótonos, una rigidez generalizada del cuerpo con arco de la espalda y la nuca[1]

  • Espasmos musculares tónicos generalizados

  • Dificultad respiratoria

  • Alteraciones en la presión arterial y frecuencia cardíaca

  • Retención urinaria o estreñimiento debido al espasmo de los esfínteres[1]


Exploración


La exploración física de un paciente con sospecha de tétanos debe incluir:


  • Evaluación de la rigidez muscular, especialmente en la mandíbula y el cuello.

  • Búsqueda de heridas o lesiones recientes que puedan ser la puerta de entrada de la bacteria.

  • Valoración de la función respiratoria.

  • Examen neurológico para evaluar el estado mental y los reflejos.

  • Monitorización de los signos vitales, incluyendo presión arterial, frecuencia cardíaca y temperatura[1][2]


Pruebas diagnósticas


El diagnóstico del tétanos es principalmente clínico, basado en los síntomas y signos característicos. Sin embargo, se pueden realizar algunas pruebas complementarias:


  • Cultivo de la herida: aunque el aislamiento del microorganismo solo se obtiene en el 30% de los casos[3]

  • Detección molecular (PCR) de cepas toxigénicas de C. tetani[3]

  • Prueba de inoculación en ratones (MIT test) para detectar la toxina tetánica[3]

  • Pruebas de laboratorio generales para evaluar el estado general del paciente.


Es importante destacar que no existe una prueba de laboratorio específica ampliamente disponible para el diagnóstico definitivo de tétanos[8].


Manejo de emergencias


El tétanos es una emergencia médica que requiere atención hospitalaria inmediata. El manejo en emergencias incluye:


  1. Estabilización del paciente:


    • Asegurar la vía aérea y proporcionar soporte respiratorio si es necesario

    • Monitorización de signos vitales

    • Control de los espasmos musculares con sedantes como diazepam o midazolam[7]


  2. Administración de inmunoglobulina antitetánica:


    • Se debe administrar inmediatamente para neutralizar la toxina circulante[6][7]


  3. Limpieza y desbridamiento de la herida:


    • Eliminar tejido necrótico y cuerpos extraños para reducir la producción de toxinas[7]


  4. Antibióticoterapia:


    • Administración de antibióticos, generalmente metronidazol o penicilina, para erradicar C. tetani[1][7]


  5. Manejo de complicaciones:


    • Control de la disfunción autonómica con betabloqueantes o magnesio.

    • Prevención de tromboembolismo venoso

    • Soporte nutricional


  6. Inmunización activa:


    • Iniciar o completar la serie de vacunación contra los tétanos[6]


El tratamiento del tétanos requiere un enfoque multidisciplinario en una unidad de cuidados intensivos, con atención especial a la prevención y manejo de complicaciones como insuficiencia respiratoria, disautonomía y fracturas[1][7].


El tétanos sigue siendo una enfermedad grave con una alta tasa de mortalidad si no se trata adecuadamente. El reconocimiento temprano de los síntomas y signos clínicos, junto con un manejo rápido y agresivo en emergencias, es crucial para mejorar el pronóstico de los pacientes afectados por esta enfermedad prevenible mediante vacunación.


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