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Tuberculosis (TB)


MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo de la Tuberculosis (TB)


El manejo de la tuberculosis (TB) implica una combinación de tratamientos farmacológicos y medidas de control de infecciones.


Tratamiento farmacológico:


  • El tratamiento estándar de la TB activa dura 6 meses y generalmente incluye una combinación de cuatro fármacos en los primeros dos meses: isoniazida (con piridoxina para prevenir neuropatía), rifampicina, pirazinamida y etambutol. Durante los siguientes cuatro meses, el tratamiento se reduce a isoniazida y rifampicina.


  • En casos de tuberculosis del sistema nervioso central (meningitis tuberculosa), el tratamiento es más prolongado y puede incluir el uso de corticosteroides como dexametasona o prednisolona durante 4-8 semanas.


  • Para la tuberculosis multirresistente (MDR-TB), que es resistente a isoniazida y rifampicina, el tratamiento es más complicado, a menudo requiere entre 18 y 24 meses de terapia con múltiples fármacos. En algunos casos graves, puede ser necesaria la cirugía para eliminar áreas infectadas del pulmón o de otros órganos.


  • Las personas con TB resistente extensiva (XDR-TB), que incluye resistencia a fármacos de segunda línea como las fluoroquinolonas y los aminoglucósidos, enfrentan un tratamiento aún más prolongado y difícil, con tasas de éxito significativamente más bajas.


Manejo especializado:El tratamiento debe ser coordinado por un equipo multidisciplinario especializado en TB. Esto incluye seguimiento clínico regular para monitorear la respuesta al tratamiento y detectar efectos secundarios, además de un enfoque enfocado en mejorar la adherencia al tratamiento, especialmente en pacientes con riesgo de no completar la terapia (como los sin hogar, con abuso de drogas o con necesidades sociales complejas).


Terapias adicionales:En ciertos casos, puede ser necesario el uso de terapia directamente observada (DOT, por sus siglas en inglés), donde el personal médico supervisa la administración diaria de medicamentos para asegurar la adherencia. También puede implementarse la terapia observada por video (VOT) como alternativa.


Medidas de control de infecciones:Para personas con TB pulmonar o laríngea activa, las medidas de control de infecciones son esenciales, especialmente durante las primeras dos semanas del tratamiento cuando el riesgo de transmisión es mayor. Estas medidas incluyen el uso de mascarillas, aislamiento en áreas bien ventiladas y educación sobre higiene respiratoria.


Diagnóstico


El diagnóstico de la tuberculosis puede ser difícil debido a la naturaleza lenta y progresiva de la enfermedad. Es fundamental considerar la TB en personas con factores de riesgo o síntomas generales persistentes, especialmente en aquellos que han tenido contacto cercano con personas infectadas o provienen de regiones con alta prevalencia.


Síntomas clínicos de la TB activa:


  • Generales: pérdida de peso, fiebre, sudores nocturnos, anorexia, malestar general.


  • Pulmonar: tos productiva persistente, a menudo con esputo sanguinolento (hemoptisis), disnea y dolor torácico. Los casos avanzados pueden presentar cavitaciones pulmonares visibles en una radiografía.


  • Extrapulmonar: dependiendo del órgano afectado, los síntomas incluyen linfadenopatía indolora (en el caso de TB linfática), dolor óseo o articular (en TB ósea), síntomas neurológicos como cefalea y vómitos (en TB meníngea), o síntomas genitourinarios como disuria o hematuria (en TB renal).


Pruebas diagnósticas:


  • Radiografía de tórax: La primera línea de investigación en la sospecha de TB pulmonar es una radiografía de tórax, que puede mostrar infiltrados, cavitaciones o linfadenopatía hiliar.


  • Muestras respiratorias: Se recomienda tomar al menos tres muestras de esputo, preferiblemente en la mañana, para realizar microscopía de bacilos ácido-alcohol resistentes (BAAR), cultivo de Mycobacterium tuberculosis y pruebas de sensibilidad a fármacos.


  • Pruebas moleculares rápidas: Las pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAATs) pueden ofrecer un diagnóstico rápido, especialmente en personas con VIH o en situaciones donde el contacto cercano requiere rastreo inmediato.


  • Pruebas adicionales para TB extrapulmonar: Pueden incluir resonancias magnéticas, ecografías, tomografías computarizadas (TC) y punciones lumbares, según el órgano afectado.


Diagnóstico de TB latente:Las personas asintomáticas con alto riesgo de TB latente (por ejemplo, contactos cercanos de pacientes con TB activa o personas inmunodeprimidas) pueden ser evaluadas mediante la prueba de la tuberculina (prueba de Mantoux) o el ensayo de liberación de interferón gamma (IGRA).


La prueba de Mantoux mide la reacción dérmica a la inyección de tuberculina y se considera positiva con una induración de 5 mm o más. El IGRA es un análisis de sangre que mide la respuesta inmune a los antígenos de TB y tiene menor probabilidad de falsos positivos.


Diagnóstico Diferencial


La tuberculosis pulmonar y extrapulmonar puede compartir características clínicas con una amplia gama de condiciones, lo que puede retrasar el diagnóstico si no se consideran adecuadamente.


Diagnósticos diferenciales de la TB pulmonar incluyen:


  • Infecciones respiratorias virales (incluyendo COVID-19): Pueden presentar síntomas similares como tos persistente y fiebre.


  • Asma: Produce tos y disnea crónicas, pero generalmente sin fiebre o pérdida de peso.


  • Infecciones pulmonares bacterianas: Como la neumonía, presentan síntomas respiratorios, pero suelen ser de inicio más agudo y con mayor respuesta a antibióticos comunes.


  • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): Los pacientes presentan tos crónica y disnea, pero sin los síntomas constitucionales típicos de la TB.


  • Cáncer de pulmón: El cáncer puede manifestarse con tos persistente, hemoptisis y pérdida de peso, síntomas que también se ven en la TB.


  • Sarcoidosis pulmonar: Esta condición granulomatosa puede causar síntomas similares, pero la tos suele ser seca y la fiebre es menos común.


Diagnósticos diferenciales de la TB extrapulmonar incluyen:


  • Linfoma: Puede causar linfadenopatía, fiebre y pérdida de peso, muy similar a la TB linfática.


  • Derrame pleural maligno: Puede presentarse con disnea y dolor torácico, al igual que la TB pleural.


  • Enfermedad inflamatoria intestinal: En casos de TB abdominal, es importante descartar enfermedades como la enfermedad de Crohn, que también puede causar dolor abdominal, diarrea y pérdida de peso.


Definición


La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa causada por bacterias del complejo Mycobacterium tuberculosis, siendo Mycobacterium tuberculosis la especie más comúnmente involucrada. Se transmite principalmente a través de la inhalación de gotículas respiratorias que contienen la bacteria, las cuales son expulsadas al toser o estornudar por personas con TB pulmonar o laríngea activa.


La TB puede presentarse de dos formas principales:


  1. TB activa: Enfermedad sintomática que puede afectar los pulmones o diseminarse a otros órganos (extrapulmonar). Si no se trata, una persona con TB activa puede infectar entre 10 y 15 personas por año.


  2. TB latente: El sistema inmunológico controla la infección, pero las bacterias permanecen inactivas en el cuerpo. Las personas con TB latente no tienen síntomas y no son contagiosas, aunque pueden desarrollar TB activa más adelante, especialmente si su sistema inmunológico se debilita.


La TB pulmonar es la forma más común y representa más del 50% de los casos, pero la TB extrapulmonar puede afectar otros órganos como los ganglios linfáticos, huesos, articulaciones, sistema genitourinario, sistema nervioso central y piel.

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