Trauma en el embarazo
- EmergenciasUNO
- 3 dic 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 dic 2024
MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
El trauma durante el embarazo representa una causa importante de morbimortalidad materna y fetal no obstétrica. Aproximadamente el 6-7% de los embarazos se complican por algún tipo de traumatismo, siendo los accidentes de tráfico la causa más frecuente[1][2]. El manejo de estos pacientes requiere un abordaje multidisciplinario considerando los cambios fisiológicos del embarazo y el riesgo tanto para la madre como para el feto.
Síntomas
Los síntomas pueden variar ampliamente dependiendo del tipo y gravedad del trauma. Algunas manifestaciones comunes incluyen:
Dolor abdominal o pélvico
Contracciones uterinas
Sangrado vaginal
Disminución o ausencia de movimientos fetales.
Mareo o sincope
Es importante destacar que la ausencia de síntomas maternos no descarta la posibilidad de complicaciones fetales[3].
Signos clínicos
La evaluación clínica debe enfocarse en detectar:
Signos de shock hipovolémico: taquicardia, hipotensión, palidez, sudoración.
Evidencia de trauma abdominal: equimosis, hematomas, laceraciones.
Contracciones uterinas.
Salida de líquido amniótico
Sangrado vaginal activo.
Alteraciones en la frecuencia cardiaca fetal.
Exploración
El examen físico debe incluir:
Evaluación del estado hemodinámico materno.
Exploración abdominal cuidadosa, valorando altura uterina y tono.
Examen pélvico para detectar sangrado o salida de líquido amniótico.
Auscultación de la frecuencia cardíaca fetal.
Evaluación de la actividad uterina
Se deben realizar las maniobras de Leopold para determinar la posición fetal[4].
Pruebas diagnósticas
Las pruebas recomendadas incluyen:
Ecografía obstétrica: para evaluar viabilidad fetal, placenta, líquido amniótico y descartar desprendimiento placentario[5]
Monitorización fetal electrónica: para valorar el bienestar fetal y detectar contracciones.
Prueba de Kleihauer-Betke: para cuantificar hemorragia fetomaterna
Hemograma completo, grupo sanguíneo y pruebas cruzadas.
Pruebas de coagulación
Otras pruebas de imagen (radiografías, TAC) según indicación clínica, considerando el riesgo-beneficio
Manejo de emergencias
El manejo inicial debe seguir el protocolo ABCDE, priorizando la estabilización materna:
Colocar al paciente en decúbito lateral izquierdo para evitar compresión aortocava[6]
Asegurar vía aérea y oxigenación adecuada
Controlar hemorragias y reponer volumen
Monitorización continua de signos vitales maternos y frecuencia cardiaca fetal
Evaluación rápida de la edad gestacional y viabilidad fetal.
Administrar inmunoglobulina anti-D si la madre es Rh negativa
Considerar tocólisis si hay contracciones prematuras
Valoración obstétrica urgente y considerar cesárea emergente si hay compromiso materno o fetal[7]
El manejo posterior dependerá de los hallazgos específicos, requiriendo un enfoque multidisciplinario entre traumatología, cirugía, obstetricia y neonatología.
El trauma en el embarazo representa un desafío clínico que requiere un alto índice de sospecha y un manejo protocolizado considerando la fisiología única del embarazo y el bienestar tanto materno como fetal.
Citas
[7] https://repository.ces.edu.co/bitstream/handle/10946/8677/Guía para el manejo adecuado de la mujer gestante con shock hemorrágico secundario a trauma por accidente de tránsito.pdf?isAllowed=y&sequence=1
[9] https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/prenatal/Paginas/tests-during-pregnancy.aspx
[10] https://www.msdmanuals.com/es-ec/professional/ginecología-y-obstetricia/abordaje-de-la-mujer-embarazada-y-atención-prenatal/evaluación-de-la-paciente-obstétrica
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