Tortícolis congénita
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- 1 ago
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MANUAL DE PEDIATRÍA
La tortícolis congénita es una deformidad postural del cuello que se desarrolla antes del nacimiento.Por lo general, se detecta durante el primer mes de vida, aunque en algunos casos el diagnóstico puede retrasarse.
Existen dos tipos:
Muscular: se caracteriza por rigidez del músculo esternocleidomastoideo (ECM) y limitación del rango de movimiento pasivo. Es el tipo más frecuente.
Muscular con masa en el ECM: hay un engrosamiento del músculo esternocleidomastoideo junto con limitación del rango de movimiento pasivo.
Postural: el lactante presenta una preferencia por mantener la cabeza en cierta posición, sin rigidez muscular ni restricción al movimiento pasivo.
Evaluación
Debe sospecharse tortícolis muscular congénita en lactantes que presentan:
Posición o postura preferida de la cabeza
Disminución del rango de movimiento del cuello
Masa palpable en el músculo ECM
Asimetría craneofacial
Historia clínica
Inicio: si se detecta al nacer o poco después, apoya el diagnóstico.
La tortícolis diagnosticada después de los 6 meses debe hacer pensar en causas adquiridas.
El inicio súbito de tortícolis requiere estudios adicionales.
El lactante puede tener dificultades para alimentarse de un solo lado.
El poco tiempo en posición boca abajo ("tummy time") puede contribuir a la persistencia del problema.
Puede haber retraso en los hitos del desarrollo, especialmente en el área motora gruesa.
Estos retrasos suelen estar más relacionados con la falta de tiempo en posición prona estando despierto y tienden a resolverse entre los 3,5 y 5 años.
Examen físico
Posición de la cabeza: la cabeza y la oreja se inclinan hacia el lado afectado del ECM, mientras que el mentón apunta hacia el lado opuesto.
Movimiento pasivo normal del cuello: con el lactante en posición supina y estabilizado, se debe poder rotar pasivamente el mentón más allá de los hombros y flexionar lateralmente el cuello hasta que la parte superior de la oreja toque el hombro. Una limitación en esto sugiere tortícolis.
Palpación del ECM: buscar rigidez o una masa en el músculo. La masa típica del ECM es firme, bien delimitada y se localiza en el tercio inferior del músculo afectado.
Forma del cráneo y suturas: la plagiocefalia (aplanamiento asimétrico de la cabeza) y la asimetría facial son comunes.
Debe realizarse una evaluación neurológica completa incluyendo movimientos oculares, columna vertebral, extremidades superiores e inferiores para descartar causas no musculares poco frecuentes.
Es importante evaluar también las caderas, ya que la displasia del desarrollo de la cadera (DDC) se asocia con frecuencia.
Diagnóstico diferencial
Considerar diagnósticos alternativos si al examen físico no se detecta rigidez muscular ni masa en el ECM.
En casos poco frecuentes, la tortícolis congénita puede ser secundaria a:
Anomalías vertebrales
Fracturas de clavícula
Plagiocefalia
Craneosinostosis
Problemas oculares
Lesiones del sistema nervioso central
Manejo
Estudios diagnósticos
No se recomienda realizar estudios por imágenes del cuello de forma rutinaria.
Si hay una masa que no parece típica del ECM, puede considerarse una ecografía (US).
En casos atípicos, una radiografía de la columna cervical puede identificar anomalías vertebrales.
En lactantes con tortícolis muscular congénita se recomienda realizar una ecografía de cadera para evaluar DDC.
Tratamiento
Educar a los cuidadores sobre la posición del bebé durante la alimentación, el sueño y el juego (incluyendo la importancia del tiempo supervisado en posición prona) y cómo adaptar el entorno para estimular el movimiento del cuello y cabeza.
Realizar ejercicios de estiramiento pasivo 4–5 veces al día.
Seguimiento con el médico de atención primaria en un plazo de 4 semanas.
Derivar a fisioterapia si se presenta alguna de las siguientes situaciones:
No hay mejoría con ejercicios en casa después de 4–6 semanas.
Tortícolis severa: limitación importante del rango de movimiento desde el diagnóstico (por ejemplo, rotación menor a 30 grados).
Niño mayor de 3 meses en el momento del diagnóstico con más que una tortícolis leve.
Presencia de plagiocefalia moderada o severa asociada.
En la mayoría de los casos, el cuadro se resuelve entre los 4 y 5 meses. Si no hay una mejoría significativa hacia los 6 meses de edad, se debe reconsiderar el diagnóstico o derivar a un ortopedista pediátrico.
Consultar con equipo pediátrico local cuando:
El diagnóstico no es claro
Se identifica una señal de alerta (rojo)
Considerar traslado cuando:
Se requiere atención más allá de la capacidad del centro de salud local
Para consejos en situaciones de emergencia y traslados a unidades de cuidados intensivos neonatales o pediátricas, consultar con Servicios de Traslado.
Criterios para alta del seguimiento
El paciente puede ser dado de alta del seguimiento cuando:
Ha mejorado su rango de movimiento
Tiene un desarrollo motor adecuado para su edad
No presenta inclinación visible de la cabeza

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