Síndrome de Reiter (Artritis Reactiva)
- EmergenciasUNO

- 7 jul
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MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES
El síndrome de Reiter, actualmente conocido como artritis reactiva, es una afección inflamatoria que se desarrolla como reacción a una infección en otra parte del cuerpo, típicamente gastrointestinal o genitourinaria. Los síntomas característicos incluyen artritis asimétrica, uretritis (inflamación de la uretra) y conjuntivitis.
Afecta principalmente a hombres jóvenes y está asociado con el antígeno HLA-B27. La enfermedad suele comprometer las articulaciones de los miembros inferiores, como rodillas, tobillos y pies.
Diagnóstico
El diagnóstico de la artritis reactiva se basa en la presentación clínica, con artritis que aparece entre 1 y 4 semanas después de una infección intestinal (por Salmonella, Shigella, Yersinia o Campylobacter) o genitourinaria (más comúnmente por Chlamydia trachomatis).
Los hallazgos incluyen artritis asimétrica en articulaciones grandes, dactilitis (dedos en salchicha), entesitis (inflamación en los sitios de inserción de tendones o ligamentos) y síntomas extraarticulares como conjuntivitis o uveítis. Los análisis de sangre pueden mostrar marcadores inflamatorios elevados (PCR, VSG) y, en algunos casos, positividad para HLA-B27. No se detectan bacterias en el líquido sinovial.
Diagnóstico Diferencial
Condición | Características Distintivas |
Artritis séptica | Infección activa en la articulación, líquido sinovial purulento, cultivo positivo, fiebre alta. |
Artritis gonocócica | Infección sexual reciente, tenosinovitis, lesiones pustulares en la piel, cultivo gonocócico positivo. |
Gota | Artritis monoarticular, cristales de urato en el líquido sinovial, ataques agudos, típicamente afecta el dedo gordo. |
Espondilitis anquilosante | Afecta principalmente la columna con sacroilitis, rigidez matutina, sin infección previa. |
Lupus eritematoso sistémico | Afectación multisistémica, serologías positivas (ANA, anti-ADN), erupciones cutáneas, sin antecedente infeccioso. |
Manejo de Emergencia
El tratamiento de emergencia del síndrome de Reiter se enfoca en el control del dolor y la inflamación. Se administran antiinflamatorios no esteroides (AINEs) como ibuprofeno o naproxeno. En casos de artritis severa o persistente, pueden utilizarse corticosteroides intraarticulares o sistémicos.
Se pueden indicar antibióticos si la infección desencadenante aún está activa, como en el caso de infección por Chlamydia. Los síntomas extraarticulares como la conjuntivitis suelen tratarse de forma sintomática con colirios.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento a largo plazo incluye el uso continuo de AINEs para controlar los síntomas articulares. En pacientes con artritis persistente o refractaria, pueden emplearse fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARDs) como sulfasalazina o metotrexato.
En algunos casos, si la enfermedad no responde al tratamiento convencional, pueden requerirse agentes biológicos como los inhibidores del TNF. El tratamiento de la infección inicial es fundamental para prevenir la reaparición de los síntomas. La fisioterapia también es útil para mantener la función articular y prevenir la rigidez.

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