MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
El sangrado vaginal durante el embarazo es una complicación frecuente que afecta hasta el 25% de las gestantes, siendo más común durante el primer trimestre[1][3]. Este síntoma puede ser indicativo de diversas condiciones, algunas de las cuales pueden poner en riesgo la viabilidad del embarazo o la salud materna.
Síntomas
El principal síntoma es el sangrado vaginal, que puede variar en intensidad desde un manchado leve hasta una hemorragia abundante[1]. Otros síntomas asociados pueden incluir:
Dolor abdominal o pélvico, que puede ser de tipo cólico o constante[1][6]
Mareos o desmayos, especialmente en casos de pérdida sanguínea significativa[1][6]
Fiebre y escalofríos, en casos de infección[6]
Dolor al orinar o en la parte superior de la espalda[6]
Signos clínicos
Los signos clínicos que pueden observarse en una paciente con sangrado vaginal durante el embarazo incluyen:
Sangrado visible en genitales externos[1]
Signos de shock hipovolémico en casos severos: taquicardia, hipotensión, palidez[1][4]
Dolor a la palpación abdominal[1]
Cambios en el cuello uterino, como dilatación en casos de aborto en curso[1]
Exploración
La exploración de una gestante con sangrado vaginal debe incluir:
Evaluación de signos vitales: frecuencia cardíaca, presión arterial, temperatura[1][4]
Exploración abdominal: palpación para detectar dolor, masas o signos de irritación peritoneal[1][6]
Exploración ginecológica:
Inspección de genitales externos, vulva y vagina[1][6]
Examen con espejo para visualizar el cuello uterino y determinar el origen del sangrado[1][8]
Tacto bimanual para evaluar el tamaño del útero y la presencia de masas anexiales[1][8]
Pruebas diagnósticas
Las pruebas diagnósticas fundamentales incluyen:
Prueba de embarazo en orina o sangre[7]
Hemograma completo y estudio de coagulación[1][8]
Ecografía transvaginal: esencial para confirmar la viabilidad y localización del embarazo, así como para descartar patologías como embarazo ectópico o mola hidatiforme[1][4][8]
Determinación de gonadotropina coriónica humana (hCG) sérica, especialmente útil en casos de sospecha de embarazo ectópico[6]
Cultivos cervicales en caso de sospecha de infección[8]
En casos seleccionados, pueden ser necesarias pruebas adicionales como función tiroidea, hepática o renal[8].
Manejo de emergencias
El manejo en emergencias de una gestante con sangrado vaginal debe seguir estos pasos:
Evaluación rápida del estado hemodinámico y estabilización si es necesario[1][4]
Determinación de la edad gestacional[1]
Exclusión de causas potencialmente mortales como embarazo ectópico roto o aborto séptico[1][6]
Realización de pruebas diagnósticas urgentes: hemograma, grupo sanguíneo y Rh, ecografía[1][4]
Tratamiento específico según la causa:
En amenaza de aborto: reposo y seguimiento[1]
En aborto en curso: manejo expectante, médico (misoprostol) o quirúrgico (aspiración manual endouterina)[5]
En embarazo ectópico: tratamiento médico con metotrexato o quirúrgico según el caso[5]
En placenta previa o desprendimiento prematuro de placenta: hospitalización y manejo según severidad[4]
Administración de inmunoglobulina anti-D en gestantes Rh negativas[1][4]
El sangrado vaginal en el embarazo requiere una evaluación rápida y sistemática para determinar su causa y gravedad. Un manejo adecuado en emergencias puede ser crucial para preservar la salud materna y fetal.
Citas
[3] https://www.salud.mapfre.es/salud-familiar/mujer/embarazo/urgencias-en-el-embarazo-10-motivos-por-los-que-acudir-al-hospital/
[6] https://www.merckmanuals.com/es-us/hogar/salud-femenina/síntomas-durante-el-embarazo/dolor-pélvico-en-el-primer-trimestre-del-embarazo
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