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Síndromes coronarios agudos

Actualizado: 11 dic 2024

MANUAL DE EMERGENCIAS 2025



El síndrome coronario agudo (SCA) engloba un conjunto de afecciones cardíacas graves causadas por una reducción repentina del flujo sanguíneo al corazón, que puede derivar en isquemia miocárdica transitoria o permanente. Este artículo aborda sus principales aspectos clínicos y de manejo.


Síntomas


Los síntomas típicos del SCA incluyen dolor torácico opresivo, que puede irradiarse al brazo izquierdo, cuello, mandíbula o espalda. Este dolor suele ser persistente y se asocia con disnea, sudoración excesiva, náuseas y mareos. En casos más graves, pueden presentarse síncope o palpitaciones. Es importante destacar que las mujeres y los adultos mayores pueden experimentar presentaciones atípicas como fatiga extrema o molestias inespecíficas en el abdomen[2][4][6].


Signos Clínicos


En la exploración física, los signos clínicos pueden incluir taquicardia, hipotensión arterial, diaforesis y signos de insuficiencia cardíaca como estertores pulmonares o edema periférico. En casos severos, puede observarse inestabilidad hemodinámica o choque cardiogénico[2][6].


Exploración


La evaluación inicial incluye una historia clínica detallada para identificar factores de riesgo cardiovascular (como hipertensión, diabetes mellitus y tabaquismo) y un examen físico enfocado en detectar signos de isquemia o insuficiencia cardíaca. Se recomienda realizar un electrocardiograma (ECG) en los primeros 10 minutos de la atención para identificar alteraciones isquémicas como desviaciones del segmento ST[6].


Pruebas Diagnósticas


El diagnóstico del SCA se basa en:


  • Electrocardiograma (ECG): Identifica cambios isquémicos como elevación o depresión del segmento ST.

  • Biomarcadores cardíacos: La troponina es fundamental para confirmar daño miocárdico.

  • Ecocardiografía: Evalúa la función ventricular y detecta complicaciones.

  • Angiografía coronaria: Permite visualizar obstrucciones arteriales y puede realizarse de forma urgente en casos de alto riesgo[1][2][4].


Manejo de emergencias


El manejo inicial del SCA busca estabilizar al paciente y restaurar el flujo coronario. Las medidas incluyen:


  • Oxígeno suplementario si hay hipoxemia.

  • Terapia antitrombótica: Uso de aspirina, inhibidores P2Y12 (clopidogrel) y anticoagulantes.

  • Reperfusión coronaria: Mediante angioplastia primaria para pacientes con infarto con elevación del segmento ST (IMEST) o fibrinolíticos si no se dispone de angioplastia inmediata.

  • Control del dolor: Con nitratos sublinguales o intravenosos y morfina si es necesario.

  • Monitoreo continuo: Para detectar arritmias u otras complicaciones[3][6].


El síndrome coronario agudo es una emergencia médica que requiere un rápido diagnóstico y manejo integral. La identificación temprana mediante síntomas, signos clínicos y pruebas diagnósticas es clave para mejorar el pronóstico y reducir la mortalidad asociada a esta condición prevalente.


Citas



 
 
 

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