top of page

Síndrome de piernas inquietas (SPI)

Foto del escritor: EmergenciasUNOEmergenciasUNO

MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo del Síndrome de piernas inquietas (SPI)


El manejo del síndrome de piernas inquietas (SPI) se basa en aliviar los síntomas, tratar causas subyacentes y aplicar medidas farmacológicas o no farmacológicas según la gravedad del caso:


  1. Medidas no farmacológicas:


    • Mejora de la higiene del sueño: Mantener un horario de sueño regular y evitar situaciones que empeoren los síntomas antes de dormir.


    • Reducir o evitar el consumo de cafeína, alcohol y tabaco, ya que pueden agravar los síntomas.


    • Ejercicio moderado y regular: Mantener una rutina de actividad física moderada, evitando el ejercicio excesivo.


    • Aplicación de calor o frío: El uso de almohadillas térmicas, baños calientes o masajes puede aliviar los síntomas durante los episodios.


    • Técnicas de relajación y distracción mental: Ejercicios de relajación, estiramientos, caminar, y actividades que distraigan, como leer o ver televisión, pueden ser útiles.


  2. Tratamiento farmacológico:


    • Agonistas dopaminérgicos (no ergotaminas): Son el tratamiento de primera línea para el SPI moderado a severo, e incluyen medicamentos como pramipexol, ropinirol y rotigotina. Estos ayudan a aliviar los síntomas, pero deben utilizarse con cautela por el riesgo de efectos secundarios, como la augmentación (empeoramiento de los síntomas con el tiempo).


    • Ligandos alfa-2-delta: Fármacos como pregabalina o gabapentina son opciones en casos de insomnio severo, ansiedad o dolor neuropático asociado al SPI. Estos medicamentos no tienen tanto riesgo de augmentación.


    • Opioides débiles: Codeína o tramadol pueden considerarse en casos de síntomas dolorosos intensos, pero su uso prolongado se debe limitar por el riesgo de dependencia.


    • Hipnóticos: Para casos con alteraciones del sueño significativas, se puede prescribir un curso corto de benzodiazepinas o Z-drugs para mejorar la calidad del sueño.


  3. Tratamiento de causas subyacentes:


    • Deficiencia de hierro: Si se detecta una baja de ferritina (menos de 50-75 µg/L), se debe investigar la causa y tratar con suplementos de hierro.


    • Revisión de medicamentos: Suspender o ajustar aquellos fármacos que puedan exacerbar el SPI, como ciertos antidepresivos, antipsicóticos, antihistamínicos o bloqueadores de receptores dopaminérgicos.


  4. Derivación:


    • Considerar la derivación a un especialista en neurología o trastornos del sueño si los tratamientos son ineficaces o si hay dudas sobre el diagnóstico. Se recomienda en casos de augmentación o cuando los síntomas persisten a pesar del tratamiento adecuado.


Diagnóstico


El diagnóstico del síndrome de piernas inquietas (SPI) es principalmente clínico, basado en los criterios del Grupo Internacional de Estudio del SPI (IRLSSG). Estos criterios incluyen:


  1. Criterios diagnósticos del IRLSSG:


    • Urgencia de mover las piernas, usualmente acompañada de sensaciones incómodas como hormigueo, ardor, picazón o una sensación de “burbujas”.


    • Los síntomas empeoran en reposo (sentado o acostado) y mejoran con el movimiento (caminar o estirarse).


    • Los síntomas se presentan principalmente en la tarde o noche, y rara vez ocurren durante el día.


    • No se explican por otra condición médica o de comportamiento, como calambres o neuropatía.


  2. Evaluación clínica:


    • Historia clínica detallada: Evaluar la frecuencia, intensidad y patrones circadianos de los síntomas.


    • Determinar si existen factores desencadenantes como embarazo, deficiencia de hierro, o medicamentos que puedan precipitar el SPI.


    • Realizar pruebas de laboratorio si es necesario, como medir los niveles de ferritina para detectar deficiencia de hierro, así como estudios adicionales en función de la historia clínica, incluyendo función renal, hemograma, glucosa y vitamina B12.


Diagnóstico diferencial


El SPI puede confundirse con otras condiciones que causan molestias en las extremidades o movimientos involuntarios. Entre las principales condiciones que deben considerarse están:


  • Calambres nocturnos en las piernas: Son contracciones dolorosas de un músculo específico, que generalmente requieren estiramiento del músculo afectado para aliviar el dolor.


  • Neuropatía periférica: Causa sensaciones como entumecimiento o dolor, pero no se alivia con el movimiento y no empeora por la noche.


  • Claudicación intermitente: Dolor en las piernas que empeora con el ejercicio y mejora con el descanso, causado por problemas circulatorios.


  • Acatisia: Sensación de inquietud interna inducida principalmente por neurolépticos, que provoca movimientos constantes, pero no sigue un patrón circadiano.


Definición


El síndrome de piernas inquietas (SPI), también conocido como enfermedad de Willis-Ekbom, es un trastorno neurológico caracterizado por la necesidad incontrolable de mover las extremidades, usualmente las piernas, debido a sensaciones incómodas o dolorosas.


Estas sensaciones empeoran en reposo, particularmente en la noche, y se alivian temporalmente con el movimiento. Aunque su fisiopatología exacta no se comprende completamente, se cree que está relacionada con un desequilibrio en el sistema dopaminérgico en el sistema nervioso central y posiblemente con la deficiencia de hierro.


El SPI puede ser idiopático o estar asociado a otras condiciones como el embarazo, la insuficiencia renal crónica o la anemia por deficiencia de hierro.

0 visualizaciones0 comentarios

ความคิดเห็น


bottom of page