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Ruptura del Tendón del Bíceps

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



Una ruptura del tendón del bíceps puede afectar tanto la cabeza larga del bíceps (en el hombro) como el tendón distal (cerca del codo). Las rupturas de la cabeza larga son más comunes y suelen deberse al uso repetitivo o traumatismos.


Las rupturas del tendón distal del bíceps son menos frecuentes pero más graves, y ocurren típicamente durante esfuerzos intensos, como al levantar objetos pesados. Los síntomas incluyen dolor agudo, deformidad visible (signo de “Popeye”) y pérdida de fuerza.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en la historia clínica de un evento traumático, con dolor agudo en la zona afectada seguido de debilidad o incapacidad para flexionar el codo o supinar el antebrazo. En las rupturas proximales, puede observarse una “protuberancia” visible en la parte inferior del brazo, correspondiente al músculo retraído (signo de Popeye).


Pruebas físicas como la prueba de Ludington pueden confirmar una ruptura proximal. Las rupturas distales generan una pérdida significativa de fuerza, especialmente durante movimientos de supinación (palma hacia arriba). La ecografía o la resonancia magnética (RM) permiten confirmar el grado de ruptura y diferenciar entre desgarros parciales o completos.


Diagnóstico Diferencial


Patología

Características

Desgarro del manguito rotador

Dolor y debilidad en el hombro, especialmente al elevar el brazo, sin deformidad del bíceps

Tendinitis bicipital

Dolor en la parte anterior del hombro, sin deformidad visible ni gran debilidad

Esguince del ligamento colateral medial

Dolor en el codo tras esfuerzo, sin pérdida significativa de fuerza del bíceps

Luxación del tendón del bíceps

Desplazamiento del tendón con chasquido al mover el brazo, sin ruptura completa

Contusión muscular

Dolor en el bíceps tras trauma, sin pérdida funcional ni deformidad

Manejo de Emergencia


El manejo inicial incluye la inmovilización del brazo afectado con un cabestrillo para aliviar el dolor y evitar el movimiento. Se administran antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y analgésicos para el control del dolor.


En casos de ruptura distal o pérdida funcional significativa, se requiere derivación urgente para evaluación quirúrgica. La aplicación de hielo durante las primeras horas puede ayudar a reducir la inflamación.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento depende del tipo y la gravedad de la ruptura:


  • Rupturas proximales (cabeza larga del bíceps): Suelen manejarse de forma conservadora, ya que puede mantenerse la función general del bíceps. El tratamiento incluye reposo, fisioterapia para recuperar fuerza y movilidad, y AINE para el control del dolor.


  • Rupturas distales (cerca del codo): Requieren intervención quirúrgica debido a la pérdida funcional significativa. La reparación quirúrgica consiste en reinsertar el tendón en el radio mediante suturas o anclajes óseos. La recuperación postoperatoria incluye inmovilización seguida de fisioterapia para restaurar la movilidad y la fuerza.


La rehabilitación es fundamental en ambos casos para prevenir complicaciones como debilidad persistente o rigidez articular.

 
 
 

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