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Retención Urinaria

Actualizado: 13 dic 2024

MANUAL DE MEDICINA DE EMERGENCIAS 2025



La retención urinaria es una condición urológica caracterizada por la incapacidad de vaciar completamente la vejiga o la imposibilidad total de orinar. Esta afección puede presentarse de forma aguda o crónica, y su prevalencia es mayor en hombres, especialmente en edades avanzadas[6].


Síntomas


Los síntomas de la retención urinaria pueden variar según su presentación aguda o crónica:


  • Dolor e irritación en la parte inferior del abdomen[5]

  • Sensación frecuente y urgente de orinar, con dificultad para hacerlo[5]

  • Polaquiuria (aumento en la frecuencia urinaria)[7]

  • Sensación de micción incompleta[7]

  • Incontinencia de urgencia o de rebosamiento[7]


En casos de retención aguda, los síntomas suelen ser más intensos y pueden incluir ansiedad, agitación, diaforesis y dolor abdominal agudo[3].


Signos Clínicos


Durante la exploración física, los profesionales de la salud pueden identificar los siguientes signos:


  • Masa pélvica visible y palpable en el abdomen inferior[3]

  • Percusión mate sobre la vejiga (cuando contiene 150 ml o más de orina)[3]

  • Dolor que se intensifica a la palpación abdominal[3]

  • En casos severos, puede observarse distensión abdominal[7]


Exploración


La exploración física es fundamental para el diagnóstico de la retención urinaria e incluye:


  1. Examen abdominal: Evaluación de la vejiga, buscando una masa pélvica palpable y dolorosa[3].

  2. Tacto rectal: Para evaluar el tono del esfínter anal y la presencia de impactación fecal[3].

  3. En mujeres, puede ser necesario un examen pélvico para descartar causas ginecológicas[4].


Pruebas Diagnósticas


Para confirmar el diagnóstico y determinar la causa subyacente, se pueden realizar las siguientes pruebas:


  1. Medición del volumen residual posmiccional: Mediante cateterismo o ecografía[7].

  2. Análisis de orina y sangre: Para descartar infecciones o alteraciones metabólicas[7].

  3. Ecografía vesical: Para evaluar el volumen y la estructura de la vejiga[5].

  4. Cistoscopia: Examen visual directo de la uretra y la vejiga[5].

  5. Pruebas urodinámicas: Para evaluar la función vesical y uretral[5].

  6. Tomografía computarizada (CT): En casos específicos para descartar causas estructurales[5].

  7. Electromiografía: Para evaluar la actividad muscular y nerviosa alrededor de la vejiga[5].


Manejo de emergencias


El manejo de la retención urinaria aguda en emergencias es crucial y sigue estos pasos:


  1. Cateterismo uretral inmediato: Es el tratamiento de primera línea para aliviar la retención[7].

  2. Evaluación de la causa subyacente: Mediante historia clínica, examen físico y pruebas diagnósticas[1].

  3. Tratamiento de la causa: Puede incluir medicamentos (como bloqueantes alfa-adrenérgicos en casos de hiperplasia prostática benigna) o intervenciones quirúrgicas según sea necesario[7].

  4. Monitoreo de la función renal: Para detectar posibles complicaciones como la insuficiencia renal[4].

  5. Consideración de cateterismo intermitente o permanente: En casos de retención crónica o recurrente[7].


La retención urinaria es una condición urológica que requiere un abordaje diagnóstico, terapéutico y rápido. El reconocimiento temprano de los síntomas, una exploración física adecuada y el uso apropiado de pruebas diagnósticas son fundamentales para un manejo efectivo, especialmente en situaciones de emergencia.


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