MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de las Quemaduras y Escaldaduras: Reconocimiento y Manejo
El manejo de las quemaduras y escaldaduras depende del tipo de lesión, la gravedad, el área afectada y la causa subyacente. Las intervenciones pueden variar desde primeros auxilios inmediatos hasta la derivación urgente a un centro especializado en quemaduras.
Primeros Auxilios Inmediatos:
Seguridad: Verificar que el área sea segura para evitar lesiones adicionales. Si la quemadura es química o eléctrica, es fundamental evitar el contacto directo hasta que la fuente de peligro haya sido neutralizada.
Enfriar la quemadura: Dentro de los primeros 20 minutos, enfriar la zona con agua corriente a temperatura ambiente durante 10-30 minutos para reducir el daño térmico. Nunca se debe usar hielo ni agua extremadamente fría, ya que pueden empeorar la lesión.
Retirar ropa y accesorios: Si no están adheridos a la piel, se deben retirar las prendas de vestir y accesorios, como anillos o relojes, que puedan restringir la zona afectada.
Cubrir la quemadura: Se debe cubrir la zona con un material limpio, como una película plástica transparente o un paño limpio, para proteger la herida de infecciones.
Control del dolor: Proporcionar analgésicos como paracetamol o ibuprofeno según sea necesario.
Manejo en Atención Primaria:
Quemaduras menores: Si la quemadura es superficial y cubre menos del 15% de la superficie corporal en adultos o menos del 10% en niños, se puede manejar de manera ambulatoria. Se debe proporcionar alivio del dolor, mantener la herida limpia y cubrirla con apósitos adecuados.
Cuidado de la piel: Se recomienda el uso de emolientes (como cremas hidratantes) para prevenir la sequedad y aliviar el picor. Evitar la exposición al sol es esencial para prevenir cicatrices.
Consideraciones adicionales: Asegurarse de que el paciente esté al día con las vacunas contra el tétanos, especialmente si la quemadura está contaminada o ha ocurrido en condiciones sucias.
Quemaduras Complejas:
Derivación urgente: Las quemaduras que afectan áreas críticas (como la cara, manos, pies, genitales, perineo o zonas de flexión), las quemaduras eléctricas o químicas, o aquellas que cubren más del 15% del cuerpo en adultos o más del 10% en niños requieren derivación inmediata a un centro especializado o a un servicio de urgencias.
Quemaduras profundas: Si la quemadura es de espesor total (quemadura de tercer grado) o si existen signos de compromiso sistémico, como dificultad respiratoria por inhalación de humo, la persona debe ser trasladada de inmediato a un hospital.
Seguimiento:
Si la quemadura no cicatriza en 2-3 semanas o si aparecen signos de infección (como aumento del dolor, enrojecimiento, calor o secreción purulenta), se debe reevaluar el tratamiento.
En quemaduras más graves, se puede requerir terapia física para prevenir contracturas y mantener la movilidad de las articulaciones afectadas.
Diagnóstico
El diagnóstico de quemaduras se basa en la evaluación clínica de la lesión, que incluye la extensión, profundidad y localización de la quemadura, así como la causa subyacente.
Extensión de la Quemadura:
Se evalúa el porcentaje de superficie corporal quemada (% TBSA, por sus siglas en inglés), utilizando la Regla de los Nueves o la Regla de la Palma para estimar la extensión. La Regla de los Nueves asigna un porcentaje del cuerpo en múltiplos de 9 (por ejemplo, 9% para la cabeza y 18% para cada pierna en adultos).
Profundidad de la Quemadura:
Superficial: Afecta solo la epidermis (por ejemplo, quemaduras solares leves). La piel es roja y dolorosa, pero no hay ampollas.
Espesor parcial superficial: Afecta la epidermis y la dermis superficial, causando ampollas y dolor significativo. La piel puede aparecer rosada o roja.
Espesor parcial profundo: Afecta capas más profundas de la dermis, con mayor probabilidad de cicatrices. La piel puede verse seca y blanquecina.
Espesor total: La quemadura afecta todas las capas de la piel y puede incluir tejido subcutáneo. La piel es indolora, blanca, marrón o negra, y tiene una textura seca y coriácea.
Ubicación de la Quemadura:
Las quemaduras en áreas críticas, como la cara, manos, pies, genitales o zonas de flexión (como las articulaciones), requieren atención especializada debido al riesgo de complicaciones funcionales.
Causas:
Las quemaduras pueden ser causadas por:
Calor (térmicas): Contacto con llamas, líquidos calientes o vapor.
Eléctricas: Que suelen afectar tejidos internos, lo que puede hacer que el daño sea más extenso de lo que parece externamente.
Químicas: Exposición a sustancias corrosivas como ácidos o álcalis.
Radiación: Exposición prolongada al sol o a otras fuentes de radiación, como las terapias médicas.
Diagnóstico Diferencial
El diagnóstico diferencial de quemaduras y escaldaduras incluye una variedad de condiciones cutáneas que pueden simular una quemadura:
Dermatitis por contacto: Puede producir enrojecimiento, picazón y ampollas similares a una quemadura.
Síndrome de piel escaldada estafilocócica: Infección bacteriana que causa descamación de la piel, más común en niños pequeños.
Reacciones alérgicas severas: Como el síndrome de Stevens-Johnson, que puede causar ampollas y erosiones cutáneas.
Celulitis: Infección bacteriana de la piel que puede simular una quemadura.
Necrosis cutánea: Causada por presión prolongada o exposición a químicos, lo que produce lesiones parecidas a quemaduras.
Definición
Una quemadura es una lesión en la piel o tejidos más profundos causada por la exposición a fuentes de energía térmica (calor), eléctrica, química o de radiación. Una escaldadura es una forma específica de quemadura causada por contacto con líquidos o vapor calientes.
Las quemaduras se clasifican como complejas cuando afectan áreas críticas, abarcan grandes porciones del cuerpo o están asociadas a factores de riesgo, y como no complejas cuando son menos extensas y afectan áreas menos sensibles.
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