Pulgar en Gatillo
- EmergenciasUNO

- 7 jul
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MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES
El pulgar en gatillo es una forma de tenosinovitis estenosante que afecta el tendón flexor del pulgar, provocando que el dedo se quede trabado en una posición de flexión y se extienda con un chasquido. Ocurre cuando la vaina que rodea el tendón se inflama o estrecha, lo que restringe el deslizamiento suave del tendón.
Esta condición puede deberse a movimientos repetitivos, traumatismos o enfermedades subyacentes como diabetes o artritis reumatoide.
Diagnóstico
El diagnóstico es clínico y se caracteriza por:
Chasquido o bloqueo del pulgar, especialmente al intentar extenderlo.
Dolor y sensibilidad en la base del pulgar, en la zona de la vaina tendinosa junto a la polea A1.
En algunos casos, puede palparse un nódulo en la base del pulgar.
En casos severos, el pulgar puede quedar bloqueado en flexión y requerir asistencia manual para extenderlo.
Diagnóstico Diferencial
Condición | Diferencias Clave |
Tenosinovitis de De Quervain | Afecta los tendones en la muñeca con dolor en el lado radial, sin bloqueo del pulgar. |
Fractura del primer metacarpiano | Dolor localizado con incapacidad para mover el pulgar, sin chasquido ni bloqueo. |
Artrosis carpometacarpiana | Dolor crónico en la base del pulgar sin bloqueo súbito, asociado a desgaste articular. |
Rotura del tendón flexor | Incapacidad para flexionar activamente el pulgar, sin bloqueo ni chasquido. |
Manejo de Emergencia
Inmovilización del pulgar afectado con una férula para reducir la inflamación y prevenir el sobreuso.
Administración de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para controlar el dolor y la inflamación.
Aplicación de hielo en la zona afectada.
En casos más severos o persistentes, pueden considerarse inyecciones de corticosteroides en la vaina tendinosa para reducir la inflamación.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento conservador incluye reposo, inmovilización y, en casos recurrentes, infiltraciones con corticosteroides. Si los síntomas persisten o empeoran, puede ser necesaria una cirugía para liberar la polea A1. Este procedimiento permite que el tendón se deslice libremente sin bloquearse. Después de la cirugía, se recomienda rehabilitación con fisioterapia para restaurar la movilidad y prevenir rigidez.

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