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Pulgar del Guardabosques

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



El pulgar del guardabosques es una lesión crónica o aguda del ligamento colateral cubital (LCC) de la articulación metacarpofalángica (MCF) del pulgar, causada por abducciones excesivas y repetitivas o por traumatismos directos, como una caída.


Esta lesión compromete la estabilidad del pulgar, afectando su capacidad para realizar movimientos de pinza. Es común entre atletas (esquiadores) y puede presentarse como una afección crónica o una lesión aguda posterior a un trauma.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en antecedentes de trauma y síntomas como dolor en el lado interno del pulgar, hinchazón, inestabilidad articular y dificultad para realizar movimientos de pinza. El “signo del abanico” (abducción anormal del pulgar) suele estar presente. Las radiografías ayudan a descartar fracturas por avulsión, mientras que la ecografía o la resonancia magnética permiten evaluar el daño ligamentoso.


Diagnóstico Diferencial

Condición

Diferencias Clave

Esguince simple del pulgar

Dolor sin daño significativo del LCC ni inestabilidad severa.

Fractura-luxación de Bennett

Fractura intraarticular en la base del primer metacarpiano con desplazamiento articular.

Rotura de tendón

Dificultad para extender o flexionar el pulgar sin signos de inestabilidad articular.

Luxación del pulgar

Desplazamiento evidente de la articulación MCF o IF sin lesión del LCC.

Manejo de Emergencia


  • Inmovilización inmediata del pulgar afectado con una férula tipo “spica” o yeso para evitar mayor daño al ligamento.


  • Aplicación de hielo para reducir la hinchazón y administración de analgésicos para el control del dolor.


  • Derivación a un especialista en mano para evaluación definitiva, especialmente si se sospecha rotura completa del ligamento o fractura por avulsión.


Tratamiento Definitivo


Las lesiones parciales del LCC pueden tratarse con inmovilización mediante férula o yeso durante 4 a 6 semanas. Las rupturas completas o las fracturas por avulsión requieren reparación quirúrgica del ligamento o fijación del fragmento óseo. Posteriormente, la rehabilitación con fisioterapia es esencial para recuperar la movilidad, estabilidad y función del pulgar.

 
 
 

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