top of page

Prurito vulvar


MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo del Prurito vulvar


El tratamiento del prurito vulvar depende de la identificación de la causa subyacente y el control de los síntomas. Las estrategias de manejo incluyen:


  1. Tratamiento de la causa subyacente:


    • Infecciones vulvovaginales: Se deben tratar con antifúngicos en el caso de candidiasis (clotrimazol o fluconazol), o con antibióticos en casos de infecciones bacterianas (metronidazol para vaginosis bacteriana, o tinidazol para tricomoniasis).


    • Dermatitis de contacto o irritativa: Se debe eliminar el agente desencadenante (productos perfumados, jabones o toallitas húmedas) y usar emolientes como sustitutos del jabón.


    • Dermatitis alérgica: Se puede utilizar un corticoide tópico de baja potencia (hidrocortisona al 1%) durante 7-10 días para reducir la inflamación.


    • Condiciones dermatológicas crónicas: Para lichen simplex o lichen sclerosus, el manejo incluye el uso de corticoides tópicos potentes (betametasona o clobetasol), y en casos severos, la referencia a un dermatólogo para tratamientos adicionales.


    • Atrofia vulvovaginal: En mujeres posmenopáusicas, se recomienda el uso de terapia hormonal local con estrógenos tópicos.


  2. Medidas de autocuidado:


    • Higiene adecuada: Se recomienda lavar la vulva una vez al día con agua y un emoliente, evitando el uso de jabón y productos perfumados.


    • Secado cuidadoso: Secar la vulva suavemente con una toalla de algodón o con un secador de aire frío.


    • Ropa y productos adecuados: Usar ropa interior de algodón y evitar prendas ajustadas o sintéticas. Evitar detergentes perfumados, suavizantes y papel higiénico con fragancia.


    • Evitar el rascado: Mantener las uñas cortas y usar guantes de algodón por la noche para reducir el daño por rascado.


  3. Tratamiento sintomático:


    • Se puede ofrecer un emoliente para calmar la irritación y restaurar la barrera cutánea.


    • Corticoides tópicos de baja potencia (hidrocortisona al 1%) por un máximo de 7-10 días, si hay inflamación evidente.


    • En casos de infección secundaria (bacteriana o fúngica), se puede usar una combinación de antifúngico/corticoide o antibacteriano/corticoide.


    • Si el prurito afecta el sueño, se puede recetar un antihistamínico sedante (hidroxizina) o un antidepresivo tricíclico en dosis bajas (amitriptilina o doxepina).


  4. Seguimiento y derivación:


    • Se debe referir a un dermatólogo o ginecólogo si los síntomas persisten después de las medidas iniciales o si se sospecha una condición pre-maligna como neoplasia intraepitelial vulvar.


    • Si se sospecha carcinoma de vulva, se debe realizar una derivación urgente (dentro de las 2 semanas).


Diagnóstico


El diagnóstico de prurito vulvar comienza con una historia clínica detallada y un examen físico completo.


  1. Historia clínica:


    • Localización, duración y patrones del prurito: El prurito localizado sugiere causas dermatológicas como dermatitis de contacto, mientras que un prurito generalizado podría estar asociado a causas sistémicas como anemia o insuficiencia renal.


    • Factores desencadenantes: Es importante preguntar si el prurito se relaciona con la actividad sexual, el ciclo menstrual, el calor o la fricción, lo que podría sugerir una dermatitis de contacto o candidiasis.


    • Síntomas asociados: El flujo vaginal puede indicar infecciones como candidiasis, vaginosis bacteriana o tricomoniasis. La presencia de dolor vulvar puede sugerir una condición más grave.


    • Prácticas de higiene: Es esencial conocer los productos que usa la paciente para el cuidado vulvar, ya que los jabones y desodorantes perfumados pueden causar dermatitis.


    • Medicamentos tópicos o sistémicos: Algunos medicamentos, como cremas antifúngicas o anticonceptivos de barrera, pueden irritar la piel vulvar.

    • Historial médico: Antecedentes de enfermedades como diabetes mellitus (aumenta el riesgo de infecciones) o condiciones atópicas (como dermatitis atópica, rinitis alérgica) son importantes para considerar.


  2. Examen físico:


    • Se debe realizar una inspección visual de la zona anogenital, observando en busca de eritema, lesiones, cambios en la pigmentación, erosiones o secreción vaginal.


    • Si se sospechan infecciones, se puede tomar un frotis vaginal para confirmar la presencia de infección por Candida, vaginosis bacteriana o tricomoniasis.


    • Examen del resto del cuerpo: Es útil examinar otras áreas de la piel (codos, rodillas, cuero cabelludo) en busca de signos de enfermedades dermatológicas como psoriasis o lichen planus.


  3. Investigaciones adicionales:


    • Frotis vaginal para cultivo en caso de sospecha de infecciones vaginales.


    • Análisis de sangre: Si se sospecha de condiciones sistémicas (anemia, alteraciones tiroideas o insuficiencia renal), se deben hacer análisis que incluyan hemograma completo, niveles de ferritina, función tiroidea y glucosa.


Diagnóstico Diferencial


El prurito vulvar puede ser causado por una variedad de condiciones, que incluyen:


  1. Dermatitis de contacto o irritativa:


    • Se presenta con eritema, picazón y lichenificación si la irritación es crónica. Causada por productos como jabones, perfumes o productos de higiene.


  2. Infecciones vulvovaginales:


    • Candidiasis: Prurito intenso con flujo vaginal blanco y espeso.


    • Vaginosis bacteriana: Flujo vaginal maloliente, sin prurito intenso.


  3. Dermatosis crónicas:


    • Psoriasis: Placas eritematosas con escamas, puede afectar otras áreas del cuerpo.


    • Lichen sclerosus: Lesiones blanquecinas, arrugadas que pueden causar fragilidad de la piel y cicatrices.


  4. Condiciones pre-malignas o malignas:


    • Neoplasia intraepitelial vulvar: Puede presentar lesiones pruriginosas y áreas blanquecinas o rojizas en la vulva.


  5. Atrofia vulvovaginal:


    • En mujeres posmenopáusicas, se presenta con sequedad, adelgazamiento de la piel vulvar y picazón.


Definición


El prurito vulvar se define como una sensación de picazón en la vulva (incluyendo labios mayores, labios menores, clítoris, y la apertura de la vagina).


Este síntoma es común a una amplia variedad de condiciones, que pueden ser dermatológicas, infecciosas, hormonales, neoplásicas o sistémicas. Aunque es poco frecuente, en algunos casos no se puede identificar una causa específica (prurito vulvar idiopático).

 
 
 

Entradas relacionadas

Ver todo
Vértigo

MANUAL DE DIAGNÓSTICO CLÍNICO El vértigo es una sensación ilusoria de movimiento, generalmente de tipo rotatorio, que puede estar...

 
 
 

Comments


bottom of page