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Fracturas del húmero proximal

MANUAL DE PEDIATRÍA



La mayoría de las fracturas del húmero proximal en niños no requieren reducción, ya que el remodelado óseo en esta región es altamente efectivo.


El tratamiento habitual consiste en la inmovilización del hombro con cabestrillo, vendaje envolvente (swathe) o inmovilizador de hombro.


Se recomienda evaluación en la clínica de fracturas o con un médico con experiencia en traumatología pediátrica dentro de los 7 días posteriores al diagnóstico, con radiografías de control para evaluar desplazamientos secundarios.


¿Cómo se clasifican?


Las fracturas del húmero proximal se clasifican según su localización:


  • Fracturas fisarias: se clasifican según el sistema Salter-Harris. La mayoría son tipo I o II.


  • Fracturas metafisarias: pueden ser incompletas (tipo buckle) o completas.


  • Fracturas del troquín (tuberosidad menor) o troquiter (tuberosidad mayor).


¿Qué tan comunes son y cómo ocurren?


Representan menos del 5% de todas las fracturas pediátricas.


  • Generalmente se producen por una caída con el brazo extendido, que transmite la fuerza hacia la cabeza humeral.


  • En niños mayores y adolescentes predominan las lesiones fisarias.


  • En niños más pequeños son más comunes las fracturas metafisarias, incluyendo

    fracturas tipo buckle.


  • Algunas fracturas pueden originarse en un quiste óseo benigno, siendo una fractura patológica (se produce con traumatismo de baja energía).


  • En neonatos, pueden producirse por separación transfisaria durante el parto. Estas lesiones no se ven en la radiografía, ya que la epífisis proximal del húmero aparece alrededor de los 6 meses de edad → se puede requerir ecografía.


  • No es común asociarla con maltrato infantil, a diferencia de las fracturas diafisarias de húmero.


¿Cómo se presenta clínicamente?


  • Dolor y limitación de movimiento del hombro tras un trauma definido.


  • Puede haber inflamación y deformidad, pero muchas veces no es evidente por la cobertura muscular.


  • El principal signo clínico es la resistencia a mover el brazo por dolor.


¿Qué estudios radiológicos se deben solicitar?


  • Radiografía anteroposterior (AP) del hombro


  • Radiografía lateral axilar permite ver la relación entre la cabeza humeral y la glenoides


¿Cómo se ven en la radiografía?


Depende del grado de angulación o desplazamiento de la diáfisis con respecto a la cabeza humeral. Evaluar si hay compromiso de la fisis de crecimiento.


  • Fracturas tipo buckle: pueden verse como una pequeña protuberancia en el margen cortical medial de la metáfisis.

Las fracturas deben describirse según: Desplazamiento (en porcentaje del diámetro de la diáfisis humeral) Angulación cuello-diáfisis: en varo (disminución del ángulo) o valgo (aumento del ángulo)

¿Cuándo se requiere reducción (quirúrgica o no)?


La fisis proximal del húmero aporta el 80% del crecimiento longitudinal del hueso el potencial de remodelado es muy alto, y la mayoría no requiere reducción.


  • No se debe intentar reducir la fractura en urgencias.


  • En niños mayores con deformidad marcada, puede considerarse reducción cerrada (controvertido).


Guías aproximadas para aceptar sin reducción:

Edad

Angulación aceptada

Desplazamiento aceptado

5–12 años

Hasta 60°

Hasta 50%

>12 años

Hasta 30°

Hasta 30%

Excepción: Fracturas aisladas de la tuberosidad mayor desplazadas en adolescentes suelen requerir reducción y fijación quirúrgica

¿Cuándo derivar de inmediato a traumatología?


Indicaciones de derivación inmediata:


  • Desplazamiento >50% entre cabeza humeral y diáfisis


  • Angulación >60° en niños <12 años o >30° en >12 años


  • Fractura patológica


  • Lesiones asociadas (ej. lesión del plexo braquial, lesión vascular)


  • Fractura del húmero proximal asociada a otra fractura en el mismo miembro


  • Politrauma


¿Cuál es el manejo habitual en urgencias?


  • Inmovilización del hombro con:


    • Cabestrillo


    • Vendaje tipo swathe


    • Inmovilizador de hombro


  • Analgesia adecuada


  • Evaluación neurovascular del brazo afectado


¿Qué seguimiento se requiere?


  • Control en clínica de fracturas o con médico capacitado en ortopedia pediátrica en ≤7 días, con radiografía de control.


  • Evaluar si hay nuevo desplazamiento o complicaciones.


¿Qué consejos dar a los padres?


  • El pronóstico suele ser excelente debido al alto potencial de remodelado.


  • No unión es muy rara.


  • Aun con una deformidad leve en la radiografía, la función del hombro se recupera por completo.


  • Acortamiento leve o mala alineación angular no tienen implicancia funcional ni estética.


  • Las lesiones fisarias tipo Salter-Harris I o II raramente generan arresto del crecimiento.


¿Qué complicaciones pueden presentarse?


  • Lesiones del plexo braquial u otras lesiones de partes blandas (raras)


  • Malunión leve: no afecta la función


  • No unión: infrecuente


  • Ver otras posibles complicaciones en seguimiento ortopédico especializado

 
 
 

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