MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de la Profilaxis contra la malaria
Evaluación del viajero:
Antes de viajar a una zona endémica de malaria, se debe realizar una evaluación exhaustiva que incluya:
Itinerario del viaje: Se deben revisar las fechas de viaje, duración, áreas específicas a visitar (zonas rurales o urbanas), y la razón del viaje (turismo, trabajo, visita a familiares).
Historial médico previo: Condiciones que aumenten el riesgo de desarrollar malaria grave, como:
Embarazo: Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de malaria grave y fatal.
Inmunosupresión: Personas con VIH o sin bazo tienen un riesgo elevado de malaria grave.
Condiciones psiquiátricas: Historial de trastornos mentales graves puede influir en la elección de la quimioprofilaxis.
Epilepsia: Algunos antipalúdicos están contraindicados en personas con antecedentes de convulsiones.
Enfermedades hematológicas: Las personas con hemoglobinopatías (por ejemplo, anemia falciforme) tienen un mayor riesgo de complicaciones graves por malaria.
Psoriasis: Ciertos medicamentos antipalúdicos pueden agravar esta condición.
Historia de medicación: Se debe revisar el uso actual de medicamentos, especialmente aquellos que pueden interactuar con los antipalúdicos, como anticoagulantes, anticonvulsivos, o medicamentos para arritmias.
Alergias: Es importante identificar cualquier alergia a medicamentos, especialmente a aquellos que podrían usarse como quimioprofilaxis.
Medidas preventivas personales:
La primera línea de defensa contra la malaria incluye evitar las picaduras de mosquitos mediante:
Ropa protectora: Usar ropa de manga larga y colores claros para reducir las picaduras.
Uso de repelentes: Aplicar repelentes de insectos que contengan DEET al 50% en las áreas expuestas de la piel.
Mosquiteros tratados con insecticida: Dormir bajo mosquiteros impregnados con insecticidas, especialmente si se duerme en áreas sin pantallas en las ventanas o al aire libre.
Evitar actividades al aire libre al amanecer y al anochecer, cuando los mosquitos Anopheles son más activos.
Quimioprofilaxis:
Dependiendo del destino y los factores de riesgo, se puede prescribir la quimioprofilaxis con antipalúdicos. Entre las opciones están:
Atovacuona-proguanil: Comenzar 1-2 días antes del viaje, continuar durante la estancia y hasta 7 días después de dejar la zona de riesgo. Adecuado para muchas regiones de malaria resistente a cloroquina.
Doxiciclina: Tomar 1-2 días antes del viaje y continuar hasta 4 semanas después de abandonar la zona. Es eficaz en muchas áreas, pero puede causar efectos secundarios gastrointestinales y fotosensibilidad.
Mefloquina: Iniciar 2-3 semanas antes del viaje, continuar durante la estancia y 4 semanas después de abandonar la zona. No se recomienda en personas con trastornos psiquiátricos o cardíacos debido a los posibles efectos secundarios graves.
Cloroquina: Útil solo en áreas donde Plasmodium no es resistente a este medicamento. Tomar 1 semana antes del viaje y continuar 4 semanas después de abandonar la zona.
Es esencial que los viajeros sigan estrictamente el régimen de quimioprofilaxis y no interrumpan el tratamiento prematuramente, ya que esto podría aumentar el riesgo de infección.
Medicación de emergencia en espera:
A los viajeros que se dirijan a áreas remotas, donde el acceso a la atención médica puede ser limitado, se les puede proporcionar medicación de emergencia. Esta debe utilizarse solo si se desarrollan síntomas de malaria y no es posible obtener atención médica dentro de las primeras 24 horas.
Diagnóstico
Historial médico y de viaje:
Se debe preguntar sobre el itinerario de viaje, la duración de la estancia y las áreas visitadas.
Los viajeros que visitan amigos o familiares en áreas endémicas suelen tener un mayor riesgo de malaria, ya que tienden a permanecer en áreas rurales por más tiempo y es posible que no sigan las medidas preventivas adecuadas.
También se debe revisar el historial médico, prestando especial atención a las condiciones que puedan aumentar el riesgo de malaria grave o afectar la elección de la quimioprofilaxis, como el embarazo, enfermedades psiquiátricas, epilepsia y hemoglobinopatías.
Evaluación de riesgos:
El riesgo de malaria es mayor en personas que pasan más tiempo al aire libre, especialmente en zonas rurales, y que no utilizan adecuadamente las medidas de protección personal o la quimioprofilaxis.
Se debe advertir a los viajeros que el hecho de haber nacido o vivido previamente en áreas endémicas no garantiza inmunidad, ya que la inmunidad adquirida puede perderse después de un tiempo fuera de esas áreas.
Diagnóstico Diferencial
Otras enfermedades que pueden confundirse con malaria:
Algunas infecciones como el dengue, la fiebre tifoidea, la fiebre del Zika y otras enfermedades tropicales comparten síntomas con la malaria, como fiebre, dolor de cabeza y fatiga.
En personas que regresan de áreas endémicas, se deben considerar otras enfermedades infecciosas, como meningitis, infecciones respiratorias, gastroenteritis, fiebre tifoidea, y hepatitis viral.
Definición
La profilaxis contra la malaria es una estrategia de prevención destinada a proteger a las personas que viajan a áreas endémicas de malaria. Esta prevención incluye el uso de medicamentos antipalúdicos y medidas físicas para evitar las picaduras de mosquitos que transmiten el Plasmodium, el parásito causante de la malaria.
La malaria es una enfermedad potencialmente mortal causada por parásitos del género Plasmodium, que se transmite a través de la picadura de mosquitos Anopheles infectados. Los viajeros que visitan áreas endémicas están en riesgo de contraer la enfermedad, especialmente en África subsahariana, Asia y América Latina. La prevención eficaz combina el uso de quimioprofilaxis adecuada y la adopción de medidas para evitar las picaduras de mosquitos.
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