MANUAL MINORS
Los problemas de los tejidos blandos incluyen una variedad de lesiones que afectan músculos, tendones, ligamentos y la piel. Estas lesiones pueden ser agudas, como esguinces, contusiones o laceraciones, o crónicas, como tendinitis o bursitis. Son comunes en traumas y actividades deportivas, pero también pueden ocurrir por movimientos repetitivos o sobrecarga. El tratamiento depende del tipo y gravedad de la lesión.
Diagnóstico
El diagnóstico de los problemas de tejidos blandos se basa en una evaluación clínica detallada que incluye historial médico, examen físico y, en ocasiones, pruebas de imagen como radiografías, ecografías o resonancia magnética para descartar fracturas o lesiones más graves.
Diagnóstico diferencial
Patología | Características principales |
Fractura ósea | Dolor localizado, deformidad ósea, movilidad limitada |
Infección cutánea | Enrojecimiento, calor, dolor, fiebre |
Trombosis venosa profunda | Dolor en la pierna, hinchazón, coloración violácea |
Rabdomiólisis | Dolor muscular severo, debilidad, orina oscura |
Celulitis | Hinchazón, enrojecimiento, calor, dolor localizado |
Manejo en Emergencias
El manejo inicial incluye el uso del protocolo RICE (Reposo, Hielo, Compresión, Elevación) para reducir la inflamación y el dolor. Los analgésicos y antiinflamatorios no esteroides (AINEs) se utilizan para controlar el dolor. En casos más graves, como desgarros completos o grandes laceraciones, puede ser necesaria la inmovilización temporal o sutura.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo varía según el tipo de lesión. Las lesiones menores generalmente requieren rehabilitación física, mientras que las más graves, como desgarros de ligamentos o tendones, pueden necesitar cirugía.
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