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Preeclampsia y eclampsia

Foto del escritor: EmergenciasUNOEmergenciasUNO

Actualizado: 12 dic 2024

MANUAL DE EMERGENCIAS 2025



La preeclampsia y la eclampsia son trastornos hipertensivos del embarazo que representan una causa importante de morbimortalidad materna y fetal. Este artículo revisa los aspectos clave de estas condiciones, incluyendo sus manifestaciones clínicas, diagnóstico y manejo de emergencia.


Síntomas


La preeclampsia suele ser asintomática en sus etapas iniciales, pero a medida que progresa, los pacientes pueden experimentar:


  • Dolores de cabeza intensos[1][2]

  • Náuseas y vómitos[1][2]

  • Dolor abdominal, especialmente en el cuadrante superior derecho[1][2]

  • Cambios en la visión, como borrosa o puntos ciegos[1][2]

  • Hinchazón de manos y cara[1][2]


La eclampsia se caracteriza por la aparición de convulsiones generalizadas en una paciente con preeclampsia[3].


Signos clínicos


Los signos clínicos más relevantes incluyen:


  • Hipertensión arterial (≥140/90 mmHg)[3][4]

  • Proteinuria (>300 mg/24 horas o relación proteína/creatinina en orina ≥0,3)[3]

  • Edema, particularmente en cara y extremidades superiores[1][3]

  • Hiperreflexia[3]

  • En casos severos, pueden presentar signos de afectación multiorgánica[3][4]


Exploración


La evaluación clínica debe incluir:


  • Medición precisa de la presión arterial[3][4]

  • Evaluación neurológica para detectar hiperreflexia o alteraciones visuales[3]

  • Examen abdominal para detectar dolor en cuadrante superior derecho[3]

  • Evaluación del edema[1][3]

  • Auscultación pulmonar para detectar signos de edema pulmonar[3]

  • Evaluación del bienestar fetal mediante monitoreo de la frecuencia cardíaca fetal[4]


Pruebas diagnósticas


El diagnóstico se confirma mediante:


  • Análisis de orina para cuantificar proteinuria[3][4]

  • Hemograma completo con recuento de plaquetas[3][4]

  • Pruebas de función hepática (transaminasas, LDH)[3][4]

  • Pruebas de función renal (creatinina, ácido úrico)[3][4]

  • Estudios de coagulación[3]

  • Ecografía obstétrica para evaluar el crecimiento fetal y el volumen de líquido amniótico[4]

  • Doppler de arterias uterinas y umbilicales para evaluar el flujo sanguíneo placentario[4]


Manejo de emergencias


El manejo de emergencia de la preeclampsia severa y la eclampsia incluye:


  1. Estabilización materna:


    • Control de la presión arterial con antihipertensivos intravenosos (hidralazina o labetalol)[4][6]

    • Prevención de convulsiones con sulfato de magnesio intravenoso[4][5][6]


  2. Evaluación fetal:


    • Monitoreo continuo de la frecuencia cardiaca fetal[4]

    • Evaluación del bienestar fetal mediante ecografía y Doppler[4]


  3. Manejo de fluidos:


    • Administración cuidadosa de fluidos intravenosos para evitar sobrecarga[6]


  4. Decisión sobre el parto:


    • En casos de preeclampsia severa o eclampsia, se debe considerar la finalización del embarazo[4][5][6]


    • La vía de parto dependerá de las condiciones obstétricas y la edad gestacional[4]


  5. Monitoreo continuo:


    • Vigilancia estrecha de signos vitales, equilibrio hídrico y función de órganos diana[3][4][6]


  6. Manejo multidisciplinario:


    • Colaboración entre obstetras, intensivistas y neonatólogos[6]


El manejo oportuno y adecuado de la preeclampsia y la eclampsia es crucial para reducir las complicaciones maternas y fetales. El reconocimiento temprano de los signos y síntomas, junto con un enfoque multidisciplinario, son fundamentales para optimizar los resultados en estas condiciones potencialmente mortales.


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