Picaduras de Peces
- EmergenciasUNO

- 14 jul
- 2 Min. de lectura
MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES
Las picaduras de peces pueden ocurrir por contacto accidental o intencional con peces venenosos o depredadores, como el pez escorpión, pez piedra, pez león o tiburones. Estas lesiones pueden ir desde heridas leves hasta envenenamientos graves.
El veneno de los peces venenosos provoca dolor intenso, hinchazón y, en algunos casos, síntomas sistémicos como dificultad respiratoria, calambres musculares o shock.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en el contexto del accidente, típicamente durante actividades acuáticas o buceo, junto con dolor intenso, hinchazón y enrojecimiento en el sitio de la picadura. En casos de peces venenosos, los síntomas aparecen rápidamente, con dolor agudo que puede irradiarse y afectar zonas alejadas del sitio original.
El examen físico puede revelar laceraciones, espinas incrustadas o marcas de mordida. En casos graves, el paciente puede presentar síntomas sistémicos como náuseas, mareo, dificultad para respirar o hipotensión.
Diagnóstico Diferencial
Condición | Diferencia Clave |
Picadura de medusa | Lesiones urticantes lineales sin laceraciones profundas ni espinas incrustadas. |
Corte en el agua | Laceración limpia por contacto con objetos afilados bajo el agua, sin veneno ni síntomas sistémicos. |
Reacción alérgica | Hinchazón y enrojecimiento sin antecedentes de picadura de pez. |
Infección bacteriana marina | Herida infectada con enrojecimiento progresivo, pero sin dolor inmediato intenso ni veneno. |
Manejo de Emergencia
El manejo inmediato en el servicio de urgencias incluye la limpieza de la herida con agua de mar o solución salina y la extracción de espinas o cuerpos extraños visibles con pinzas. En caso de picaduras de peces venenosos, la inmersión del área afectada en agua caliente (42–45 °C) durante 30 a 90 minutos puede aliviar el dolor y neutralizar las toxinas. Se administran analgésicos, como AINEs u opioides, para el dolor severo, y pueden recetarse antihistamínicos para reducir la respuesta inflamatoria.
Si el paciente presenta signos de toxicidad sistémica, como dificultad para respirar, calambres musculares o shock, es crucial estabilizar las funciones vitales con líquidos intravenosos, oxígeno y monitoreo hospitalario. Se deben administrar antibióticos si existe riesgo de infección, especialmente en heridas abiertas, para cubrir bacterias marinas como Vibrio.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo depende de la gravedad de la lesión. Para heridas superficiales, el manejo sintomático y una limpieza adecuada suelen ser suficientes. Las laceraciones profundas pueden requerir suturas y antibióticos profilácticos.
Envenenamientos graves o complicaciones sistémicas pueden requerir hospitalización prolongada y monitoreo, con administración de antiveneno si está disponible para ciertas especies. El seguimiento incluye vigilancia de infecciones y posible intervención quirúrgica si hay tejido necrótico o daño estructural significativo.

Comentarios