MANUAL MINORS
Las picaduras de garrapata ocurren cuando este parásito se adhiere a la piel para alimentarse de sangre. Las garrapatas pueden transmitir enfermedades como la enfermedad de Lyme, fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, y ehrlichiosis.
A menudo, las picaduras son indoloras y pasan desapercibidas, pero pueden producir enrojecimiento local, picazón e inflamación. El riesgo de transmisión de enfermedades aumenta si la garrapata permanece adherida durante varias horas.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la identificación de la picadura, a menudo con la garrapata todavía adherida a la piel. En los casos donde la garrapata ya ha caído, pueden observarse una lesión eritematosa o inflamación localizada.
Para picaduras complicadas por enfermedades transmitidas, los síntomas incluyen fiebre, dolor muscular, erupción cutánea o fatiga, lo que puede sugerir enfermedades como la enfermedad de Lyme (con el característico “eritema migrans” en forma de diana).
Diagnóstico diferencial
Condición | Diferencia clave |
---|---|
Picadura de insecto | Puede causar picor o hinchazón local, pero no permanece adherido a la piel. |
Foliculitis | Inflamación de un folículo piloso que causa enrojecimiento y dolor, sin vínculo con picaduras. |
Dermatitis de contacto | Erupción causada por irritantes o alérgenos, sin antecedente de picadura. |
Infección de la piel | Hinchazón, enrojecimiento y calor sin historia de picadura previa. |
Manejo en Emergencias
En urgencias, la garrapata debe retirarse lo antes posible usando pinzas de punta fina, sujetándola lo más cerca posible de la piel y extrayéndola con un tirón suave y continuo, evitando aplastarla. Es importante no usar productos como alcohol o calor para desprenderla, ya que esto puede aumentar el riesgo de transmisión de enfermedades.
Una vez retirada, se debe limpiar la zona con agua y jabón, y se puede aplicar un antiséptico. Se debe educar al paciente para vigilar signos de infección o síntomas sistémicos que sugieran enfermedades transmitidas por garrapatas.
Tratamiento Definitivo
Si el paciente presenta signos de infección o riesgo de transmisión de enfermedades (la garrapata ha estado adherida más de 36 horas en áreas donde la enfermedad de Lyme es prevalente), se puede administrar profilaxis antibiótica con doxiciclina en una sola dosis.
En casos donde ya se ha desarrollado una enfermedad transmitida por garrapatas, el tratamiento debe ajustarse a la enfermedad específica, con antibióticos como doxiciclina, amoxicilina o cefuroxima, dependiendo de la presentación clínica. El seguimiento estrecho es importante para detectar complicaciones a largo plazo como la artritis de Lyme o la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas.
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