MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
La otitis media aguda (OMA) es una infección del oído medio, generalmente de origen bacteriano o viral, que ocurre frecuentemente como complicación de infecciones respiratorias altas. Es especialmente prevalente en niños menores de 3 años debido a la inmadurez anatómica y funcional de la trompa de Eustaquio. A continuación, se describen los aspectos clave de esta afección.
Síntomas
Los síntomas principales incluyen:
Dolor de oído (otalgia), que puede ser intenso y persistente.
Fiebre, generalmente moderada a alta.
Pérdida temporal de la audición debido a la acumulación de líquido en el oído medio.
Malestar general, irritabilidad y dificultad para dormir, especialmente en lactantes.
En algunos casos, náuseas, vómitos y diarrea, más comunes en niños pequeños.
Si el tímpano se perfora, puede haber drenaje de pus (otorrea), lo que suele aliviar el dolor[1][2][8].
Signos clínicos
En la exploración clínica, los signos típicos incluyen:
Tímpano abombado, enrojecido y con movilidad limitada o ausente.
Presencia de líquido detrás del tímpano (efusión del oído medio).
En casos graves, perforación timpánica con salida de secreción purulenta[3][4].
Exploración
La exploración otoscópica es fundamental para el diagnóstico. Los hallazgos característicos incluyen:
Tímpano hiperémico (enrojecido) y opaco.
Abombamiento timpánico con contenido turbio o amarillento visible detrás.
Movilidad reducida del tímpano evaluada mediante otoscopia neumática[3][4].
Además, pueden utilizarse pruebas complementarias como:
Timpanometría, para evaluar la movilidad del tímpano y detectar efusión.
Audiometría, en casos recurrentes o crónicos, para valorar la pérdida auditiva[4][5].
Pruebas Diagnósticas
El diagnóstico se basa en tres criterios principales:
Inicio agudo de los síntomas.
Presencia de efusión en el oído medio (confirmada por otoscopia neumática o timpanometría).
Signos de inflamación del oído medio, como eritema o dolor significativo[5][6].
Manejo en Emergencias
El tratamiento inicial incluye:
Analgésicos como paracetamol o ibuprofeno para controlar el dolor y la fiebre.
Antibióticos, indicados en casos graves o cuando los síntomas persisten más de 48 horas. La amoxicilina es el tratamiento de primera línea en la mayoría de los casos[6][7].
En situaciones severas, como perforación timpánica persistente o complicaciones intracraneales, puede ser necesaria una derivación urgente a un especialista para procedimientos como miringotomía[6][7].
En niños mayores con síntomas leves y diagnóstico incierto, puede considerarse un manejo expectante con seguimiento cercano durante 48 a 72 horas antes de iniciar antibióticos[7].
La otitis media aguda es una condición frecuente pero tratable. Su diagnóstico temprano y manejo adecuado son esenciales para prevenir complicaciones como pérdida auditiva permanente o infecciones más graves. La combinación de exploración clínica detallada y uso racional de antibióticos constituye la base del tratamiento eficaz.
Citas
[2] https://www.msdmanuals.com/home/ear-nose-and-throat-disorders/middle-ear-disorders/otitis-media-acute
[6] https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos-otorrinolaringológicos/trastornos-del-oído-medio-y-la-membrana-timpánica/otitis-media-aguda
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