MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de Ojo rojo
El manejo del ojo rojo implica determinar si la afección es leve y puede tratarse en atención primaria, o si existe una causa grave que requiere una evaluación urgente o derivación oftalmológica inmediata.
Derivación y tratamiento urgente:
Ojo rojo con riesgo de pérdida de visión: Las causas graves incluyen:
Glaucoma agudo: Puede causar una pérdida rápida de la visión. Se asocia con dolor ocular intenso, cefalea, halos alrededor de las luces y disminución de la agudeza visual. Necesita tratamiento oftalmológico urgente.
Uveítis anterior: Inflamación del segmento anterior del ojo que puede causar dolor ocular, fotofobia, visión borrosa y enrojecimiento. Requiere evaluación urgente para evitar complicaciones.
Úlcera corneal: Común en usuarios de lentes de contacto, produce dolor ocular severo, lagrimeo, fotofobia y visión borrosa. Requiere atención inmediata para prevenir cicatrices corneales.
Endoftalmitis: Infección intraocular grave, generalmente postoperatoria. Se presenta con pérdida rápida de la visión, dolor y enrojecimiento. Es una emergencia oftalmológica.
Lesión química: Necesita irrigación inmediata y derivación urgente a un especialista.
Cuerpos extraños corneales o lesiones traumáticas: Los cuerpos extraños de alta velocidad o lesiones penetrantes requieren evaluación urgente.
Neonatal: La conjuntivitis neonatal requiere atención urgente debido al riesgo de infecciones graves, como gonorrea o clamidia, que pueden causar complicaciones sistémicas.
Manejo en atención primaria:
Si se excluyen causas graves, algunas condiciones de ojo rojo pueden tratarse en atención primaria:
Hemorragia subconjuntival: Generalmente benigna y autolimitada, desaparece en 1-2 semanas. Se debe revisar la presión arterial y verificar el INR en pacientes con anticoagulantes.
Episcleritis: Afección autolimitada y generalmente indolora. Puede tratarse con lágrimas artificiales y antiinflamatorios no esteroides (AINEs).
Blefaritis: Se trata con limpieza de los párpados, y en casos más severos, antibióticos tópicos.
Conjuntivitis: Las formas infecciosas y alérgicas se manejan con antibióticos tópicos o antihistamínicos según el caso.
Diagnóstico
El diagnóstico del ojo rojo comienza con una evaluación clínica detallada que incluye la historia clínica y el examen físico para identificar la causa subyacente y cualquier signo de alarma.
Historia clínica:
Inicio y duración de los síntomas.
Unilateral o bilateral: Evaluar si ambos ojos están afectados y si el inicio fue simultáneo.
Alteraciones visuales: Disminución de la agudeza visual.
Dolor: Intensidad y carácter del dolor (leve, moderado o severo).
Otros síntomas: Fotofobia, sensación de cuerpo extraño, secreción, prurito o cefalea.
Uso de lentes de contacto o antecedentes de trauma o exposición a productos químicos.
Episodios previos: Es importante conocer si el paciente ha presentado anteriormente episodios de ojo rojo.
Antecedentes médicos: Enfermedades relacionadas, como hipertensión, trastornos autoinmunes, o atopia.
Medicación actual: Determinar si el paciente usa anticoagulantes (en caso de hemorragia subconjuntival) o colirios.
Examen físico:
Agudeza visual: Evaluar con una tabla de Snellen.
Inspección externa: Observar enrojecimiento, secreción, inflamación palpebral, edema, entropión o ectropión.
Fluoresceína: Se utiliza para identificar abrasiones o úlceras corneales.
Evaluación pupilar: Verificar asimetrías pupilares, reacciones a la luz y defectos pupilares aferentes.
Presión arterial: Medir en casos de hemorragia subconjuntival.
Diagnóstico diferencial
Las causas de ojo rojo varían desde condiciones benignas hasta potencialmente graves. Algunas de las principales causas incluyen:
Glaucoma agudo: Causa dolor intenso, disminución rápida de la agudeza visual y halos alrededor de las luces. Es una emergencia médica.
Uveítis anterior: Caracterizada por dolor ocular profundo, fotofobia y visión borrosa. La inyección ciliar es prominente.
Úlcera corneal: Común en usuarios de lentes de contacto, se presenta con dolor ocular, fotofobia, lagrimeo y disminución de la visión.
Hemorragia subconjuntival: Una mancha roja brillante en la conjuntiva, generalmente indolora y sin alteración visual.
Conjuntivitis: Infecciosa o alérgica, con secreción y picazón sin disminución significativa de la visión.
Escleritis: Afección rara y dolorosa, asociada a enfermedades sistémicas como el lupus eritematoso sistémico.
Definición
El ojo rojo es un término general que se refiere a la apariencia enrojecida de uno o ambos ojos, generalmente debido a la dilatación de los vasos sanguíneos de la conjuntiva o la esclera.
Las causas del ojo rojo pueden variar desde afecciones benignas como la conjuntivitis o la episcleritis, hasta enfermedades graves y potencialmente amenazantes para la visión, como el glaucoma agudo, la úlcera corneal o la uveítis. La evaluación rápida y adecuada es esencial para identificar y manejar las causas graves de esta condición.
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