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Multimorbilidad

Foto del escritor: EmergenciasUNOEmergenciasUNO

MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo de la Multimorbilidad


El manejo de la multimorbilidad en atención primaria requiere un enfoque integral y centrado en el paciente para mejorar su calidad de vida y reducir la carga de tratamiento.


Las personas con multimorbilidad presentan varias condiciones crónicas que interactúan, lo que exige una coordinación cuidadosa entre distintos profesionales y servicios de salud.


  1. Identificación de personas que se beneficien de un enfoque de multimorbilidad:


    • La identificación de personas con multimorbilidad puede realizarse de manera oportunista durante la atención rutinaria o proactiva usando registros de salud electrónicos.


    • Los pacientes que se benefician de este enfoque suelen tener dificultades para manejar sus tratamientos o actividades cotidianas, reciben atención de múltiples servicios, presentan condiciones físicas y mentales crónicas, o tienen fragilidad y alto riesgo de caídas.


    • Se recomienda el uso de herramientas validadas como el índice de fragilidad electrónica (eFI) o la herramienta de predicción de admisiones de emergencia QAdmissions para identificar a las personas con mayor riesgo de complicaciones.


  2. Evaluación del paciente:


    • La evaluación debe ser holística y abarcar distintos aspectos:


      • Carga de la enfermedad: cómo las condiciones crónicas afectan el bienestar y la funcionalidad diaria del paciente.

      • Carga del tratamiento: identificar el número y tipo de medicamentos, tratamientos no farmacológicos, y su impacto en la vida diaria.

      • Actitudes hacia los tratamientos: indagar sobre los beneficios y riesgos percibidos por el paciente en relación con sus tratamientos.

      • Evaluar las circunstancias sociales, el nivel de apoyo familiar, la alfabetización en salud y la autonomía funcional.

      • Detectar problemas de ansiedad, depresión o dolor crónico, que son comunes en personas con múltiples enfermedades.

      • Fomentar que el paciente defina lo que es importante para él en cuanto a sus metas y prioridades, para alinearlas con su plan de manejo.


  3. Planificación del tratamiento:


    • El tratamiento debe centrarse en cómo las condiciones y sus tratamientos interactúan para impactar en la calidad de vida del paciente.


    • Se deben revisar los medicamentos y considerar la reducción o suspensión de aquellos que ofrecen beneficios limitados o que aumentan el riesgo de eventos adversos.


    • Se debe discutir con el paciente la posibilidad de simplificar su régimen terapéutico, reducir la polifarmacia y coordinar mejor la atención entre distintos servicios.


    • Un enfoque centrado en la multimorbilidad también debe promover la autogestión, cuando sea posible, y la creación de un plan de manejo individualizado que refleje las prioridades del paciente.


  4. Seguimiento:


    • El seguimiento debe ser personalizado, teniendo en cuenta las condiciones del paciente, su respuesta a los tratamientos y el grado de progreso hacia sus objetivos.


    • Es esencial monitorear continuamente los efectos de los tratamientos, identificar si se requieren ajustes y evaluar si el manejo actual sigue siendo apropiado.


Diagnóstico


El diagnóstico de multimorbilidad se basa en la identificación de personas que presentan dos o más condiciones crónicas que coexisten y afectan su bienestar físico, mental y social. Estas personas suelen requerir un enfoque de atención más complejo y coordinado debido a las interacciones entre las enfermedades y los tratamientos.


  1. Identificación:


    • Las personas que se benefician de un enfoque para la multimorbilidad pueden identificarse tanto en el curso de la atención primaria rutinaria como a través de la revisión de registros médicos.


    • Los pacientes que presentan dificultades para manejar sus tratamientos, requieren atención de múltiples servicios, tienen condiciones crónicas tanto físicas como mentales, o toman múltiples medicamentos, pueden necesitar un enfoque basado en la multimorbilidad.


  2. Herramientas de evaluación:


    • Se pueden utilizar herramientas validadas como el índice de fragilidad electrónica (eFI) para evaluar la carga de enfermedad y predecir el riesgo de eventos adversos, como admisiones hospitalarias no planificadas o ingreso en residencias de atención a largo plazo.


  3. Evaluación clínica:


    • Preguntar sobre la carga de la enfermedad: cómo las condiciones crónicas afectan la vida diaria del paciente.


    • Evaluar la carga del tratamiento: el número y tipo de medicamentos, la cantidad de citas médicas y los efectos adversos de los tratamientos.


    • Considerar las preferencias del paciente respecto a sus tratamientos, así como su conocimiento sobre los beneficios y riesgos.


    • Estar alerta a problemas de salud mental, como la depresión o la ansiedad, y a posibles problemas funcionales y de fragilidad.


Diagnóstico Diferencial


El diagnóstico diferencial de la multimorbilidad debe centrarse en la diferenciación entre las condiciones que contribuyen a la carga general de la enfermedad del paciente. Se debe tener en cuenta la complejidad de la interacción entre las múltiples enfermedades crónicas y cómo afectan la vida diaria y la calidad de vida.


  1. Condiciones crónicas individuales:


    • La multimorbilidad implica la coexistencia de dos o más enfermedades crónicas, mientras que en los casos donde solo hay una, el enfoque del tratamiento puede ser más sencillo y dirigido a esa única enfermedad.


    • Las enfermedades crónicas comunes en la multimorbilidad incluyen diabetes, hipertensión, depresión, artritis, enfermedad cardiovascular, entre otras.


  2. Fragilidad:


    • La fragilidad es un estado relacionado con la multimorbilidad, especialmente en personas mayores, y aunque ambas condiciones pueden coexistir, no son equivalentes.


Definición


La multimorbilidad se define como la coexistencia de dos o más condiciones de salud crónicas en un individuo, lo que incluye una amplia gama de condiciones, tales como:


  1. Enfermedades físicas crónicas: como diabetes, enfermedades cardiovasculares, artritis o insuficiencia cardíaca.


  2. Condiciones mentales crónicas: como depresión, trastornos de ansiedad o esquizofrenia.


  3. Condiciones infecciosas crónicas: como el VIH o hepatitis C.


  4. Complejos de síntomas: como fragilidad, dolor crónico o síndrome de fatiga crónica.


  5. Deterioro sensorial: como pérdida de la vista o audición.


  6. Uso de sustancias: como el abuso de alcohol o drogas.


La multimorbilidad es especialmente común en personas de edad avanzada, afectando a casi todos los adultos mayores, y está fuertemente asociada con la deprivación socioeconómica.


Además de la polifarmacia, esta condición también se relaciona con una menor calidad de vida, un aumento en el uso de servicios de salud y un riesgo elevado de eventos adversos asociados al tratamiento.

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