MANUAL MINORS
Las mordeduras humanas son lesiones traumáticas que pueden provocar desgarros en la piel, hematomas y, lo más importante, infecciones debido a las bacterias presentes en la boca.
Las mordeduras pueden ocurrir durante peleas, accidentes o conductas agresivas, y son propensas a infectarse debido a patógenos comunes en la cavidad oral, como Streptococcus, Staphylococcus aureus y Eikenella corrodens. Las mordeduras en manos y dedos son particularmente peligrosas debido a la complejidad anatómica y el riesgo de infecciones profundas.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la historia clínica de la mordedura, que suele presentar una herida en forma de arco, con desgarros en la piel, equimosis o perforaciones. A la exploración física, se evalúa el tamaño, la profundidad de la lesión y el estado de los tejidos circundantes.
Es importante identificar signos de infección como enrojecimiento, hinchazón, dolor y secreción purulenta. En mordeduras que afectan las articulaciones o los huesos, se deben solicitar radiografías para descartar fracturas o cuerpos extraños, y análisis de laboratorio si hay sospecha de infección sistémica.
Diagnóstico diferencial
Condición | Diferencia clave |
---|---|
Mordedura de animal | Lesiones similares pero con distinto perfil de patógenos; mordeduras de perros o gatos suelen tener diferente patrón. |
Herida cortante | Heridas más limpias y lineales, sin el riesgo elevado de infección por bacterias orales. |
Herida punzante | Daño más profundo pero con menor riesgo de infección polimicrobiana como en mordeduras humanas. |
Celulitis | Infección de la piel, puede sobrevenir tras una mordedura si no se trata adecuadamente. |
Manejo en Emergencias
En urgencias, el manejo inicial incluye una limpieza exhaustiva de la herida con suero fisiológico y desbridamiento si es necesario para eliminar tejido necrótico o contaminado.
Se debe administrar profilaxis antibiótica, generalmente con amoxicilina/clavulánico para cubrir los patógenos comunes de la boca humana.
La vacunación contra el tétanos debe actualizarse si no se ha administrado recientemente. Las heridas en áreas de alto riesgo, como las manos, requieren inmovilización temporal y seguimiento estrecho para detectar infecciones.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo depende del riesgo de infección y la localización de la mordedura. Las mordeduras superficiales que no muestran signos de infección pueden cicatrizar con el manejo adecuado de la herida.
En mordeduras profundas o con signos de infección, se pueden realizar cultivos y ajustar el tratamiento antibiótico según los resultados. Las heridas infectadas se suelen dejar abiertas o con cierre retardado para facilitar el drenaje.
En casos graves, como infecciones profundas en manos o articulaciones, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para drenar abscesos o reparar estructuras dañadas. El seguimiento estrecho es esencial para asegurar la resolución de la infección.
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