top of page

Mononucleosis infecciosa (fiebre glandular)

Actualizado: 12 dic 2024

MANUAL DE EMERGENCIAS 2025



La mononucleosis infecciosa, también conocida como “fiebre glandular” o “enfermedad del beso”, es una infección viral causada principalmente por el virus de Epstein-Barr (VEB). Esta enfermedad afecta a adolescentes y adultos jóvenes, aunque puede presentarse en cualquier grupo etario[1][2].


Síntomas


Los síntomas de la mononucleosis infecciosa suelen aparecer entre 4 y 6 semanas después de la infección inicial. Los más comunes incluyen:


  • Fatiga extrema

  • Fiebre, generalmente elevada

  • Dolor de garganta intenso

  • Dolores de cabeza y cuerpo

  • Pérdida de apetito

  • General de Malestar


Es importante destacar que la fatiga puede persistir durante varias semanas o incluso meses después de que otros síntomas hayan desaparecido[2][3].


Signos clínicos


Los signos clínicos más característicos de la mononucleosis infecciosa son:


  • Linfadenopatía: inflamación de los ganglios linfáticos, especialmente en el cuello y las axilas.

  • Esplenomegalia: aumento del tamaño del bazo

  • Hepatomegalia: aumento del tamaño del hígado

  • Faringoamigdalitis exudativa

  • Petequias en el paladar

  • Edema periorbitario

  • En ocasiones, erupción maculopapular[1][4]


Exploración


Durante la exploración física, el médico buscará los siguientes hallazgos:


  • Ganglios linfáticos inflamados, particularmente en las cadenas cervicales anteriores y posteriores.

  • Amígdalas inflamadas y con exudados

  • Hepatomegalia leve con posible dolor a la percusión.

  • Esplenomegalia, que suele ser máxima durante la segunda y tercera semana de la enfermedad.

  • Posible ictericia en casos menos frecuentes[4][5]


Pruebas diagnósticas


El diagnóstico de la mononucleosis infecciosa se basa en la combinación de hallazgos clínicos y pruebas de laboratorio:


  1. Hemograma completo: Suele mostrar linfocitosis con presencia de linfocitos atípicos (>10% de los leucocitos)[4].

  2. Prueba de anticuerpos heterófilos (Paul-Bunnel o Monotest):


    • Detecta anticuerpos heterófilos, principalmente IgM

    • Alta sensibilidad y especificidad para infección por VEB

    • Útil en pacientes mayores de 5 años[5]


  3. Pruebas serológicas específicas para VEB:


    • IgM contra el antígeno de cápside viral (VCA)

    • IgG contra VCA y antígeno nuclear (EBNA)[1][5]


  4. Pruebas de función hepática:


    • Pueden mostrar elevación de transaminasas

    • Aumento de fosfatasa alcalina y LDH

    • Ocasionalmente, hiperbilirrubinemia[5]


Manejo de emergencias


El manejo de la mononucleosis infecciosa en el servicio de emergencias se centra principalmente en el tratamiento sintomático y la identificación de posibles complicaciones:


  1. Evaluación inicial:


    • Valorar el estado general del paciente.

    • Descartar obstrucción de vía aérea superior.

    • Evaluar signos de deshidratación


  2. Tratamiento sintomático:


    • Analgésicos y antipiréticos (paracetamol o ibuprofeno)

    • Hidratación adecuada

    • Repositorio relativo


  3. Identificación de complicaciones:


    • Obstrucción de vía aérea: considerar corticosteroides en casos graves

    • Rotura esplénica: vigilar signos de dolor abdominal agudo

    • Complicaciones hematológicas: anemia hemolítica, trombocitopenia.


  4. Criterios de ingreso hospitalario:


    • Obstrucción severa de vía aérea

    • Deshidratación de tumbas

    • Complicaciones hematológicas significativas

    • Sospecha de rotura esplénica[5][6]


Es importante recordar que los antibióticos no están indicados en el tratamiento de la mononucleosis infecciosa, a menos que se sospeche una sobreinfección bacteriana[3][6].


La mononucleosis infecciosa es una enfermedad viral generalmente autolimitada que requiere un manejo principalmente sintomático. El reconocimiento temprano de sus manifestaciones clínicas y posibles complicaciones es fundamental para un abordaje adecuado en el servicio de emergencias.


Citas


 
 
 

Comments


bottom of page