Molusco Contagioso
- EmergenciasUNO

- 11 ago
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MANUAL DE PEDIATRÍA
El molusco contagioso es una infección viral frecuente en la infancia que provoca una afección cutánea benigna y autolimitada.
Las lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y el niño puede presentar pocas o muchas.
Se transmite por:
Contacto directo piel con piel.
Fómites (p. ej., toallas).
Autoinoculación al rascar o tocar las lesiones.
Evaluación
Diagnóstico
El diagnóstico es clínico, basado en la apariencia característica de las lesiones:
Pápulas firmes, perladas, de forma abovedada, con umbilicación central (pequeña depresión).
Tamaño habitual de 1–3 mm de diámetro, pudiendo crecer hasta 1–2 cm.
Distribución: pueden aparecer en cualquier zona, siendo más frecuentes en tronco, axilas, fosas antecubital y poplítea, e ingle.
La autoinoculación es responsable de la mayoría de las lesiones anogenitales en niños.
Complicaciones
Puede desarrollarse eccema en la piel circundante. El diagnóstico puede ser difícil, ya que el eccema puede ocultar las lesiones primarias; sin embargo, una historia clínica cuidadosa sobre el aspecto inicial suele ser suficiente.
Lesiones en el margen palpebral pueden causar conjuntivitis (a menudo unilateral).
Manejo
La mayoría de los niños no requieren tratamiento.
No es necesario excluirlos de la guardería o escuela.
No se deben imponer restricciones en sus actividades.
Evitar compartir toallas o bañarse juntos puede reducir la transmisión a hermanos.
La resolución completa ocurre cuando el sistema inmune genera respuesta, lo que puede tardar de 3 meses a 3 años.
Tratar el eccema secundario si está presente.
Las lesiones pueden inflamarse (enrojecidas e hinchadas) sin requerir antibióticos.
Lesiones individuales pueden eliminarse mediante crioterapia o curetaje, con o sin anestesia tópica, aunque estos métodos generalmente no son apropiados para niños pequeños.
El riesgo de cicatriz puede ser mayor con estos tratamientos que sin tratamiento.
La cantaridina es un agente tópico vesicante que no produce cicatrices; considerar derivación a dermatología para su uso.
Consultar con el equipo pediátrico local cuando:
El diagnóstico es incierto.
Hay eccema secundario grave.

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