MANUAL MINORS
La miositis osificante es una afección en la que el tejido muscular y conectivo se transforma en hueso (osificación) después de un trauma, como una contusión o desgarro muscular. Ocurre más comúnmente en grandes músculos de las extremidades, como los cuádriceps o los músculos del brazo, y se caracteriza por la formación de hueso en áreas que previamente eran solo tejido blando. Este proceso es doloroso y puede limitar la movilidad de la zona afectada.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en el historial de un trauma previo, seguido de dolor persistente, hinchazón y restricción del movimiento en el área afectada. Con el tiempo, la masa ósea puede palparse. Las radiografías revelan la presencia de hueso dentro del músculo aproximadamente 3-4 semanas después de la lesión. La ecografía y la resonancia magnética (RM) pueden ser útiles en las fases tempranas para identificar la inflamación y cambios en los tejidos blandos.
Diagnóstico diferencial
Condición | Diferencia clave |
---|---|
Osteosarcoma | Tumor óseo maligno, de crecimiento más agresivo, sin relación a trauma previo. |
Hematoma intramuscular | Masa dolorosa postraumática, pero sin formación ósea en las radiografías. |
Celulitis | Infección de tejidos blandos sin formación ósea ni relación con traumatismo. |
Fibrosis muscular | Rigidez muscular, pero sin evidencia radiológica de osificación. |
Manejo en Emergencias
En el entorno de urgencias, el manejo inicial consiste en aliviar el dolor con analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). Se recomienda inmovilizar la zona afectada temporalmente y evitar intervenciones quirúrgicas prematuras, ya que la manipulación temprana puede empeorar la osificación. Es importante realizar una derivación temprana a ortopedia para un manejo adecuado y seguimiento a largo plazo.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo es principalmente conservador. Incluye fisioterapia para mantener el rango de movimiento y prevenir la rigidez articular, aunque el ejercicio debe ser moderado para no agravar la osificación. En algunos casos, se pueden usar AINEs a largo plazo para controlar la inflamación.
La cirugía para extirpar el hueso ectópico solo se considera si la osificación es extensa y provoca limitación severa de la función o dolor persistente. Generalmente, la cirugía se retrasa hasta que el hueso ectópico ha madurado, lo que puede tomar entre 6 y 12 meses.
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