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Metatarsalgia de Morton

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



La metatarsalgia de Morton, también conocida como neuroma de Morton, es una afección dolorosa del pie que implica el engrosamiento o irritación de uno de los nervios interdigitales, más comúnmente entre el tercer y cuarto metatarsiano.


Esto provoca dolor, ardor, entumecimiento o una sensación de “descarga eléctrica” en la planta del pie, a menudo causado por la compresión repetitiva del nervio debido al uso de calzado ajustado o la realización de actividades de alto impacto como correr.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en el historial clínico del paciente, quien suele referir dolor entre los dedos, sensación de ardor o punzadas agudas que empeoran al caminar, especialmente con zapatos ajustados.


A la palpación, el médico puede percibir un “clic” (signo de Mulder) entre los huesos metatarsianos al comprimir la zona afectada. La resonancia magnética (RM) o la ecografía pueden ayudar a confirmar el diagnóstico al visualizar el neuroma.


Diagnóstico Diferencial

Condición

Diferencia Clave

Metatarsalgia mecánica

Dolor en el antepié por sobrecarga, sin componente neuropático.

Fascitis plantar

Dolor en la planta del pie, más cerca del talón, sin compromiso del nervio interdigital.

Fractura por estrés del metatarsiano

Dolor localizado en el metatarsiano, con evidencia radiológica de fractura.

Artritis del pie

Dolor articular acompañado de rigidez, sin irritación nerviosa localizada.

Manejo de Emergencia


El manejo inicial se centra en aliviar la presión sobre el nervio afectado. Esto puede lograrse aplicando hielo y tomando analgésicos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).


Se recomienda el uso de calzado cómodo y evitar actividades que empeoren los síntomas, como caminar con zapatos ajustados o de tacón alto. Las plantillas ortopédicas con almohadillas metatarsales pueden proporcionar alivio inmediato.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo varía según la gravedad de la afección. En casos leves a moderados, el manejo conservador incluye el uso de plantillas ortopédicas, cambio de calzado y fisioterapia. Si los síntomas persisten, pueden administrarse inyecciones de corticosteroides para reducir la inflamación y el dolor.


En casos graves o resistentes al tratamiento, se considera la cirugía para extirpar el neuroma o liberar el nervio afectado, con buenos resultados en la mayoría de los casos.

 
 
 

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