MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de la Menopausia
Educación y soporte: Se debe proporcionar información clara y basada en evidencia sobre los diferentes aspectos de la menopausia y las opciones de tratamiento. Es importante que las mujeres reciban apoyo para tomar decisiones informadas, con recursos que incluyan organizaciones como Menopause Matters o Women’s Health Concern. También es crucial ofrecer consejo sobre medidas de estilo de vida que puedan ayudar a aliviar los síntomas, como el ejercicio regular, la pérdida de peso si es necesario, una dieta equilibrada, reducir el consumo de alcohol y evitar desencadenantes de los sofocos (como la comida picante).
Terapia hormonal de reemplazo (THR): Para mujeres que lo deseen, la THR puede ser una opción efectiva para aliviar los síntomas de la menopausia, especialmente los sofocos y sudores nocturnos (síntomas vasomotores), y también puede ayudar con síntomas urogenitales y la pérdida de masa ósea. La elección de la preparación hormonal debe ser individualizada según la edad, los síntomas y las comorbilidades:
Estrógeno más progestágeno para mujeres con útero, para proteger el revestimiento del útero (endometrio).
Estrógeno solo para mujeres que se han sometido a una histerectomía.
Estrógeno vaginal en dosis bajas para síntomas urogenitales (como sequedad vaginal y dispareunia).
Alternativas a la THR: Si la THR está contraindicada o no es bien tolerada, se pueden ofrecer otros tratamientos:
Antidepresivos (como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o de la serotonina y norepinefrina) pueden ayudar con los síntomas vasomotores.
Clonidina y gabapentina son otras opciones que pueden ayudar a reducir los sofocos.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) puede ser útil tanto para los síntomas vasomotores como para los trastornos del estado de ánimo.
Los lubricantes y humectantes vaginales se recomiendan para los síntomas urogenitales.
Revisiones periódicas: Es fundamental hacer un seguimiento regular de la eficacia y la tolerancia al tratamiento, ajustando la dosis o la preparación si es necesario. La revisión inicial se debe hacer a los 3 meses de haber comenzado o modificado el tratamiento, y luego al menos una vez al año.
Referencias a especialistas: Se debe considerar la derivación a un especialista en menopausia si los síntomas persisten a pesar del tratamiento, si se presentan efectos adversos molestos o si hay incertidumbre sobre el tratamiento más adecuado, en especial en casos de insuficiencia ovárica prematura (IOP).
Diagnóstico
El diagnóstico de la perimenopausia debe sospecharse cuando hay cambios en el patrón menstrual, como ciclos más cortos o más largos, con mayor cantidad de sangrado en algunos casos. Estos cambios suelen ir acompañados de síntomas como:
Sofocos y sudores nocturnos: Estos son los síntomas vasomotores más comunes y pueden incluir sensaciones súbitas de calor que duran entre 2 y 4 minutos, a menudo acompañadas de sudoración excesiva, palpitaciones y ansiedad. Estos episodios pueden ser desencadenados por el alcohol, la comida picante o el estrés.
Cambios de humor y problemas cognitivos: Las mujeres pueden experimentar ansiedad, irritabilidad, cambios en el estado de ánimo, dificultad para concentrarse y problemas de memoria. Estos síntomas suelen estar asociados con las fluctuaciones hormonales y pueden ser intermitentes.
Síntomas urogenitales: La sequedad vaginal, dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales), picazón, ardor, y síntomas urinarios como la disuria (dolor al orinar) o las infecciones urinarias recurrentes son comunes. Estos síntomas pueden aparecer más de 10 años después de la menopausia.
Alteraciones en la función sexual: La disminución del deseo sexual y la libido es común, principalmente debido a la sequedad vaginal, el dolor durante las relaciones sexuales y la disminución de los niveles de estrógeno y testosterona.
Trastornos del sueño: El insomnio puede ser provocado por los sofocos nocturnos o por problemas de ansiedad y humor. La falta de sueño crónica puede llevar a fatiga, irritabilidad y problemas de memoria.
Otros síntomas: Dolores articulares y musculares, fatiga y dolores de cabeza pueden estar relacionados con los cambios hormonales.
El diagnóstico de la menopausia se realiza clínicamente después de 12 meses consecutivos sin menstruación. En mujeres mayores de 45 años con síntomas típicos (sofocos, alteraciones menstruales), no se recomienda realizar análisis de hormona folículo estimulante (FSH) de rutina, ya que los niveles pueden variar. Se puede considerar la medición de FSH en mujeres más jóvenes (menores de 45 años) con síntomas o en caso de sospecha de insuficiencia ovárica prematura (IOP).
En la evaluación de mujeres con sospecha de menopausia o perimenopausia, es importante indagar sobre:
Síntomas y su impacto en la calidad de vida.
Historial familiar de menopausia temprana o insuficiencia ovárica.
Tratamientos previos y sus resultados.
Comorbilidades, como enfermedad cardiovascular, hipertensión, diabetes, y antecedentes de cáncer dependiente de hormonas, que pueden influir en la elección de los tratamientos.
Diagnóstico Diferencial
Los síntomas de la menopausia pueden coincidir con los de otras condiciones, por lo que es importante considerar diagnósticos diferenciales:
Amenorrea secundaria: Se debe descartar otras causas de la ausencia de menstruación, como el embarazo, trastornos tiroideos, hiperprolactinemia o anorexia.
Sofocos: Pueden estar relacionados con otras causas como hipertiroidismo, feocromocitoma o síndrome carcinoide.
Síntomas urogenitales: Condiciones como infecciones urinarias, lichen escleroso o atrofia vaginal causada por otros factores pueden simular síntomas menopáusicos.
Cambios de humor y cognición: La ansiedad y la depresión, así como los trastornos del sueño, pueden confundirse con síntomas de la menopausia, pero también pueden tener causas no relacionadas.
Dolores articulares y musculares: Pueden ser causados por artritis o fibromialgia en lugar de estar directamente relacionados con la menopausia.
Definición
La menopausia es el cese permanente de la menstruación debido a la pérdida de la actividad folicular ovárica. Es un proceso natural que marca el final de los años reproductivos de una mujer. Generalmente se diagnostica después de 12 meses consecutivos de amenorrea, es decir, sin menstruación.
La perimenopausia es el período de transición antes de la menopausia, caracterizado por ciclos menstruales irregulares y síntomas vasomotores como los sofocos. Este período puede durar varios años y termina 12 meses después de la última menstruación.
La postmenopausia se refiere al tiempo después de que una mujer ha pasado 12 meses sin menstruación. Durante esta etapa, los síntomas vasomotores y otros relacionados con la deficiencia de estrógenos, como la sequedad vaginal, pueden continuar.
La menopausia temprana ocurre cuando la función ovárica cesa entre los 40 y 45 años, en ausencia de otras causas de amenorrea secundaria.
La insuficiencia ovárica prematura (IOP) se define como la pérdida transitoria o permanente de la función ovárica antes de los 40 años. Puede ser causada por factores genéticos, autoinmunes o inducidos por tratamientos como la quimioterapia.
Commentaires