MANUAL DE EMERGENCIAS
Manía e hipomanía son menos comunes que otros trastornos del estado de ánimo, pero con mayor frecuencia requieren ingreso hospitalario obligatorio.
El estado de ánimo patológicamente elevado se combina con:
Sobreactividad
Irracionalidad
Mal juicio
La falta de conocimiento
Esto conduce a una severa interrupción de las relaciones, el empleo o las finanzas.
Sin tratamiento, ocurren altas tasas de divorcio, deuda, violencia o suicidio.
El inicio puede ser agudo o insidioso.
Los trastornos maníacos pueden:
Surgir espontáneamente
Seguir enfermedades depresivas, estrés, cirugía, infección o parto.
Puede precipitarse por:
Medicación antidepresiva
Los esteroides
Las anfetaminas
La abstinencia de litio
Hipomanía
Denota un estado intermedio sin delirios, alucinaciones o interrupción completa de las actividades normales.
Diagnóstico diferencial
La esquizofrenia puede presentarse con:
Comportamiento desorganizado
Excitación violenta
Delirios
Lenguaje incomprensible.
El contenido de los delirios ( extraño, en lugar de congruente con el estado de ánimo) ayudará a distinguir esto de la manía.
Manejo del Paciente
Mantén la calma y no confronte al paciente.
Tenga cuidado con el "optimismo infeccioso", que fácilmente puede conducir a subestimar la gravedad de la enfermedad o la necesidad de ingreso.
Procure información adicional de los familiares.
La irritabilidad puede ser el síntoma dominante de la manía y puede expresarse como un catálogo salvaje y muy detallado de las deficiencias del entrevistador. 4.1 Los pacientes irritables pueden enojarse o volverse violentos incluso ante frustraciones menores.
Tratamiento
La enfermedad maníaca manifiesta se maneja mejor en el hospital para evitar comportamientos perjudiciales para el paciente u otras personas.
La percepción suele estar ausente o disminuidad, por lo que puede requerir de ingreso forzoso.
Comuníquese con el Psiquiatra antes de comenzar el tratamiento farmacológico ya que esto puede afectar negativamente la evaluación del paciente.
El carbonato de litio es el tratamiento tradicional y ha demostrado ser efectivo en la mayoría de los casos, tanto para tratar el episodio agudo como para la profilaxis contra la manía recurrente.
Sin embargo, generalmente tarda algunos días en funcionar, por lo que inicialmente se puede necesitar un antipsicótico (p. Ej., Olanzapina) o una benzodiacepina en las fases agudas.
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