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Malaria


MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo de la Malaria


  1. Tratamiento:


    • El tratamiento de la malaria depende de varios factores: la especie de Plasmodium que causa la infección, la gravedad de la enfermedad, la edad del paciente, el embarazo y la presencia de otros problemas de salud. Las opciones incluyen:


      • Artesunato intravenoso: indicado en casos de malaria severa o complicada, especialmente por Plasmodium falciparum.

      • Artemisinina en combinación (ACT): es el tratamiento de primera línea para la malaria no complicada y la infección mixta.

      • Atovacuona-proguanil: una opción alternativa para el tratamiento de malaria no complicada por P. falciparum.

      • Quinina combinada con doxiciclina o clindamicina: utilizada si las terapias basadas en artemisinina no están disponibles. No se recomienda la doxiciclina en menores de 12 años.

      • Cloroquina: utilizada para tratar la malaria por Plasmodium vivax, Plasmodium malariae o Plasmodium ovale en áreas donde no hay resistencia a este medicamento.

      • Primaquina: eficaz para eliminar las formas latentes hepáticas (hipnozoítos) de P. vivax y P. ovale, previniendo recaídas. Se requiere realizar pruebas de deficiencia de G6PD antes de iniciar el tratamiento, ya que puede causar hemólisis en personas con esta deficiencia.


  2. Hospitalización:


    • Se debe organizar la hospitalización urgente para las personas con sospecha de malaria severa o complicada, como:


      • Malaria por Plasmodium falciparum.

      • Mujeres embarazadas.

      • Niños.

      • Adultos mayores de 65 años.

      • Personas con signos de gravedad como alteración del nivel de conciencia, insuficiencia renal, o complicaciones respiratorias.


    • Las personas con malaria no complicada pueden ser tratadas como pacientes ambulatorios bajo vigilancia clínica estricta en centros con capacidad de monitoreo clínico diario.


  3. Monitoreo y seguimiento:


    • En casos de malaria grave, se requiere monitoreo clínico continuo para evaluar la respuesta al tratamiento y detectar posibles complicaciones, como hipoglucemia, insuficiencia renal o respiratoria, y signos de hemólisis.


    • Después del tratamiento, los pacientes deben ser seguidos para identificar posibles recaídas, especialmente en infecciones por P. vivax y P. ovale.


  4. Educación al paciente:


    • Informar a los pacientes que un episodio agudo de malaria no confiere inmunidad a futuras infecciones, y que deben tomar medidas preventivas, como el uso de mosquiteros y repelentes, y recibir profilaxis adecuada antes de viajar nuevamente a áreas endémicas.


    • Los pacientes también deben ser informados sobre la posibilidad de recaídas y la necesidad de buscar atención médica inmediata si experimentan síntomas recurrentes, como fiebre.


  5. Notificación obligatoria:


    • La malaria es una enfermedad de notificación obligatoria, y todos los casos deben ser informados a las autoridades de salud pública para el seguimiento y control de la enfermedad.


Diagnóstico


  1. Sospecha clínica:


    • Se debe sospechar malaria en cualquier persona que haya viajado a una región endémica y que presente fiebre o antecedentes de fiebre, independientemente de si ha tomado profilaxis contra la malaria.


    • Los síntomas más comunes incluyen fiebre alta, escalofríos, sudoración, cefalea, malestar general, fatiga, mialgias, y síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos y diarrea.


    • En los niños, son frecuentes la somnolencia, hepatomegalia o esplenomegalia.


  2. Pruebas de laboratorio:


    • El diagnóstico de malaria se confirma mediante microscopía de sangre (frotis de sangre gruesa y fina) para la identificación de los parásitos. Esta sigue siendo el método estándar de oro.


    • Las pruebas rápidas de antígenos también pueden ser utilizadas para detectar malaria, especialmente en situaciones de emergencia donde la microscopía no está disponible.


    • Si las primeras pruebas de sangre son negativas y la sospecha clínica persiste, se deben repetir las pruebas cada 12-24 horas durante al menos 3 días.


  3. Evaluación del riesgo:


    • Preguntar sobre el uso de quimioprofilaxis, incluyendo el tipo de fármaco, la adherencia al tratamiento, y si el paciente utilizó medidas preventivas contra las picaduras de mosquitos, como mosquiteros impregnados con insecticida o repelentes.


  4. Evaluación clínica:


    • Buscar signos de gravedad, como alteración del estado de conciencia, insuficiencia renal, acidosis metabólica, anemia grave o síntomas respiratorios, que indican la necesidad de atención médica urgente.


Diagnóstico Diferencial


  1. Otras enfermedades comunes:


    • Las manifestaciones de la malaria pueden ser similares a las de otras infecciones que se encuentran en áreas no endémicas, lo que complica el diagnóstico. Las enfermedades que pueden confundirse con la malaria incluyen:


      • Infecciones virales: como la influenza, COVID-19, el virus de Epstein-Barr y el citomegalovirus.

      • Meningitis o encefalitis.

      • Infecciones del tracto respiratorio bajo.

      • Gastroenteritis.

      • Hepatitis viral.

      • VIH en fase de seroconversión.


    • Además, otras infecciones relacionadas con los viajes pueden imitar los síntomas de la malaria, como:


      • Fiebres hemorrágicas virales: como el Ébola, la fiebre de Lassa y el Marburgo.

      • Fiebres tifoideas.

      • Dengue y otros arbovirus.

      • Rickettsiosis y tripanosomiasis.


Definición


La malaria es una enfermedad infecciosa grave causada por la infección de los glóbulos rojos por parásitos del género Plasmodium, que se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados del género Anopheles. Existen cinco especies principales de Plasmodium que causan malaria en humanos:


  • Plasmodium falciparum: Es el responsable de la mayoría de las muertes por malaria en todo el mundo. Causa malaria grave y complicada.


  • Plasmodium vivax y Plasmodium ovale: Tienen la capacidad de permanecer en estado latente en el hígado (hipnozoítos), lo que puede provocar recaídas meses o años después de la infección inicial.


  • Plasmodium malariae: Puede causar infecciones crónicas de por vida si no se trata.


  • Plasmodium knowlesi: Es un parásito que normalmente infecta a los monos en el sudeste asiático, pero que también puede infectar a los humanos y causar enfermedades graves.


La malaria es endémica en regiones tropicales y subtropicales, y se presenta con mayor frecuencia en África subsahariana, el sudeste asiático y partes de América del Sur y Centroamérica.

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