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Luxación de Rótula

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



La luxación de rótula ocurre cuando la rótula se desplaza fuera de su posición normal en la tróclea femoral, generalmente hacia el lado lateral de la rodilla. Esta luxación puede ser traumática (por golpe directo o torsión repentina de la rodilla) o recurrente, asociada a factores anatómicos predisponentes como displasia femoropatelar o laxitud ligamentosa.


Es más frecuente en adolescentes y adultos jóvenes, especialmente en mujeres, y puede estar asociada a lesiones de partes blandas, como el daño del ligamento femoropatelar medial (MPFL).


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en un antecedente de trauma o movimiento brusco de la rodilla, seguido de dolor intenso y deformidad visible en la parte frontal, con la rótula desplazada lateralmente. El paciente suele tener dificultad o incapacidad para extender la rodilla.

En muchos casos, la rótula vuelve espontáneamente a su posición normal (reducción espontánea).


La confirmación se realiza con radiografías anteroposterior y lateral para verificar la posición de la rótula y descartar fracturas. En casos de luxación recurrente o sospecha de daño ligamentoso, la resonancia magnética (RM) es útil para evaluar lesiones de tejidos blandos, como el MPFL o el cartílago articular.


Diagnóstico Diferencial

Condición

Diferenciación Clave

Fractura de Rótula

Dolor de rodilla sin desplazamiento lateral; visible en radiografías.

Luxación de Rodilla

Desplazamiento entre fémur y tibia, con daño ligamentoso extenso.

Lesión del Ligamento Cruzado Anterior (LCA)

Inestabilidad sin desplazamiento rotuliano; prueba de Lachman positiva.

Lesión del Tendón Rotuliano

Incapacidad para extender la rodilla sin desplazamiento de la rótula.

Condromalacia Rotuliana

Dolor anterior sin antecedente traumático ni desplazamiento visible.

Manejo de Emergencia


El manejo inicial de una luxación de rótula en urgencias incluye:


  • Reducción Cerrada: Si la rótula no ha vuelto a su posición espontáneamente, se realiza reducción cerrada. Con el paciente en decúbito supino, se aplica presión suave sobre la rótula desplazada mientras se extiende la rodilla. La reducción exitosa se confirma por alivio del dolor y recuperación del rango de movimiento.


  • Inmovilización: Tras la reducción, se aplica una férula o inmovilizador de rodilla en extensión completa por 2–3 semanas para mantener la estabilidad.


  • Analgésicos: Se administran AINEs o, si es necesario, opioides para controlar el dolor agudo.


  • Evaluación de Lesiones Asociadas: En presencia de derrame importante, inestabilidad persistente o sospecha de fracturas, pueden solicitarse radiografías adicionales o RM.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo depende del daño asociado y la recurrencia de la luxación:


Tratamiento Conservador


  • En luxaciones aisladas y no complicadas, suele ser suficiente.


  • Se utiliza una rodillera o inmovilizador en extensión durante 2–3 semanas.


  • Se inicia fisioterapia después para recuperar el rango de movimiento, fortalecer el cuádriceps y estabilizar la rodilla.


Rehabilitación: El fortalecimiento del músculo cuádriceps, especialmente del vasto medial, es fundamental para prevenir recurrencias. Se deben evitar actividades de alto impacto o torsión de rodilla durante la recuperación.


Tratamiento Quirúrgico


Indicado en luxaciones recurrentes o cuando hay daño significativo de ligamentos o cartílago.


Opciones quirúrgicas:


  • Reparación o Reconstrucción del Ligamento Femoropatelar Medial (MPFL): Se realiza para evitar inestabilidad recurrente de la rótula.


  • Cirugía de Realineación: En casos de desalineación significativa o displasia femoropatelar, puede requerirse una osteotomía para corregir el eje.


  • Reparación de Fracturas Osteocondrales: Si la luxación causó fractura del cartílago articular, puede requerirse fijación o reparación artroscópica.


Rehabilitación


La rehabilitación es crucial tras una luxación rotuliana, tanto con tratamiento conservador como quirúrgico. La fisioterapia busca:


  • Mejorar el rango de movimiento.


  • Fortalecer el cuádriceps y músculos estabilizadores.


  • Estabilizar la rótula y prevenir nuevas luxaciones.


Según la gravedad de la lesión, la recuperación completa puede tomar entre 4 y 6 meses. Prevenir la recurrencia es clave y se logra mediante ejercicios de fortalecimiento y modificación de actividades físicas de riesgo.


El seguimiento a largo plazo es importante para vigilar la estabilidad rotuliana y evitar complicaciones como condromalacia rotuliana o artrosis femoropatelar.

 
 
 

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