Luxación de Cadera
- EmergenciasUNO

- 10 jul
- 2 Min. de lectura
MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES
Una luxación de cadera es una emergencia médica que ocurre cuando la cabeza femoral se desplaza fuera del acetábulo, generalmente debido a un traumatismo de alta energía, como accidentes automovilísticos o caídas desde altura. Esta lesión es grave porque puede comprometer el suministro sanguíneo a la cabeza femoral y causar daño neurovascular o lesiones asociadas como fracturas.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en antecedentes de traumatismo significativo, dolor intenso, imposibilidad de mover la extremidad afectada y deformidad visible de la cadera. El examen físico puede mostrar acortamiento de la pierna afectada y:
Rotación interna en luxaciones posteriores
Rotación externa en luxaciones anteriores
La radiografía de pelvis confirma el diagnóstico al mostrar el desplazamiento de la cabeza femoral fuera del acetábulo. En algunos casos, puede requerirse tomografía computarizada (TC) para evaluar fracturas asociadas.
Diagnóstico Diferencial
Condición | Diferenciación Clave |
Fractura del cuello femoral | Dolor en la cadera, pero sin desplazamiento de la cabeza femoral. |
Fractura intertrocantérica | Visible en radiografía, sin pérdida de congruencia articular. |
Necrosis avascular de la cabeza femoral | Presentación crónica, no asociada a trauma agudo. |
Desgarro del labrum acetabular | Dolor con el movimiento, pero sin deformidad ni inestabilidad evidente. |
Contusión de cadera | Dolor sin desplazamiento visible de la cabeza femoral en radiografías. |
Manejo de Emergencia
Reducción cerrada urgente: El tratamiento inicial consiste en realizar una reducción cerrada lo antes posible bajo sedación o anestesia general. Esto es vital para evitar daño permanente al cartílago articular y a la cabeza femoral.
Objetivo: Restaurar la congruencia articular de forma inmediata para reducir el riesgo de necrosis avascular.
Mientras se espera la reducción: La extremidad debe ser inmovilizada y se debe administrar analgesia.
Reducción quirúrgica: Si la reducción cerrada no tiene éxito o hay fracturas asociadas, se requiere reducción quirúrgica.
Tratamiento Definitivo
Tras la reducción, el tratamiento definitivo depende de la estabilidad articular y la presencia de lesiones asociadas:
Casos no complicados: Se recomienda reposo con restricción de carga en la extremidad afectada, seguido de fisioterapia para recuperar la función articular.
Casos complicados: Si hay fracturas, lesiones del cartílago o inestabilidad, puede ser necesaria una intervención quirúrgica adicional, como fijación interna o incluso artroplastia en casos graves.
El seguimiento a largo plazo es esencial para vigilar posibles complicaciones como necrosis avascular o artrosis postraumática.

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