Luxaciones de Hombro
- EmergenciasUNO
- 9 jul
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MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES
Una luxación de hombro ocurre cuando la cabeza del húmero se desplaza fuera de la cavidad glenoidea de la escápula, causando dolor agudo y pérdida de movilidad. Es la luxación de articulación grande más común, representando el 50% de todas las luxaciones articulares.
La alta movilidad del hombro lo hace inherentemente inestable, lo que lo predispone a este tipo de lesiones, especialmente durante actividades deportivas o accidentes. Las luxaciones pueden ser anteriores (las más frecuentes), posteriores o inferiores, según la dirección del desplazamiento.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en antecedentes de traumatismo o movimiento brusco, con síntomas como dolor intenso, deformidad visible (el hombro aparece “hundido” en las luxaciones anteriores) e incapacidad para mover el brazo.
La evaluación clínica revela la pérdida del contorno redondeado del hombro. Las radiografías anteroposterior y axial confirman la luxación, ayudan a identificar su dirección y descartar fracturas asociadas, como la fractura de Bankart o la lesión de Hill-Sachs, comunes en luxaciones anteriores.
Diagnóstico Diferencial
Patología | Características |
Fractura de cabeza humeral | Dolor y deformidad similares, pero sin luxación articular |
Desgarro del manguito rotador | Dolor y debilidad en el hombro sin deformidad visible |
Luxación acromioclavicular | Deformidad en la parte superior del hombro, sin desplazamiento humeral |
Tendinitis bicipital | Dolor anterior en el hombro sin deformidad ni pérdida completa de movilidad |
Contusión del hombro | Dolor tras traumatismo, con movilidad preservada y sin desplazamiento óseo |
Manejo de Emergencia
El manejo inicial en urgencias consiste en la reducción inmediata de la luxación para restablecer la alineación anatómica y aliviar el dolor. La reducción puede realizarse mediante técnicas manuales, como los métodos de Kocher o Hipócrates, bajo sedación o anestesia local.
Es fundamental evaluar el estado neurovascular (particularmente el nervio axilar) antes y después de la reducción. Tras una reducción exitosa, se realizan radiografías para confirmar la alineación adecuada y se inmoviliza el hombro con un cabestrillo o férula durante 2 a 4 semanas para permitir la cicatrización de los tejidos blandos.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo depende de la estabilidad del hombro tras la reducción y de la presencia de lesiones asociadas. En pacientes jóvenes con luxaciones recurrentes, o en casos con lesiones significativas (por ejemplo, fractura de Bankart o lesión de Hill-Sachs), puede ser necesaria la cirugía para estabilizar la articulación mediante reparación del labrum o la cápsula articular.
En pacientes mayores o sin recurrencias, el tratamiento conservador con inmovilización seguido de fisioterapia suele ser efectivo para recuperar la fuerza y el rango de movimiento. La rehabilitación es esencial para prevenir inestabilidad crónica o nuevas luxaciones.
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