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Luxaciones de Hombro

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



Una luxación de hombro ocurre cuando la cabeza del húmero se desplaza fuera de la cavidad glenoidea de la escápula, causando dolor agudo y pérdida de movilidad. Es la luxación de articulación grande más común, representando el 50% de todas las luxaciones articulares.


La alta movilidad del hombro lo hace inherentemente inestable, lo que lo predispone a este tipo de lesiones, especialmente durante actividades deportivas o accidentes. Las luxaciones pueden ser anteriores (las más frecuentes), posteriores o inferiores, según la dirección del desplazamiento.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en antecedentes de traumatismo o movimiento brusco, con síntomas como dolor intenso, deformidad visible (el hombro aparece “hundido” en las luxaciones anteriores) e incapacidad para mover el brazo.


La evaluación clínica revela la pérdida del contorno redondeado del hombro. Las radiografías anteroposterior y axial confirman la luxación, ayudan a identificar su dirección y descartar fracturas asociadas, como la fractura de Bankart o la lesión de Hill-Sachs, comunes en luxaciones anteriores.


Diagnóstico Diferencial


Patología

Características

Fractura de cabeza humeral

Dolor y deformidad similares, pero sin luxación articular

Desgarro del manguito rotador

Dolor y debilidad en el hombro sin deformidad visible

Luxación acromioclavicular

Deformidad en la parte superior del hombro, sin desplazamiento humeral

Tendinitis bicipital

Dolor anterior en el hombro sin deformidad ni pérdida completa de movilidad

Contusión del hombro

Dolor tras traumatismo, con movilidad preservada y sin desplazamiento óseo

Manejo de Emergencia


El manejo inicial en urgencias consiste en la reducción inmediata de la luxación para restablecer la alineación anatómica y aliviar el dolor. La reducción puede realizarse mediante técnicas manuales, como los métodos de Kocher o Hipócrates, bajo sedación o anestesia local.


Es fundamental evaluar el estado neurovascular (particularmente el nervio axilar) antes y después de la reducción. Tras una reducción exitosa, se realizan radiografías para confirmar la alineación adecuada y se inmoviliza el hombro con un cabestrillo o férula durante 2 a 4 semanas para permitir la cicatrización de los tejidos blandos.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo depende de la estabilidad del hombro tras la reducción y de la presencia de lesiones asociadas. En pacientes jóvenes con luxaciones recurrentes, o en casos con lesiones significativas (por ejemplo, fractura de Bankart o lesión de Hill-Sachs), puede ser necesaria la cirugía para estabilizar la articulación mediante reparación del labrum o la cápsula articular.


En pacientes mayores o sin recurrencias, el tratamiento conservador con inmovilización seguido de fisioterapia suele ser efectivo para recuperar la fuerza y el rango de movimiento. La rehabilitación es esencial para prevenir inestabilidad crónica o nuevas luxaciones.

 
 
 

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