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Luxaciones de Codo

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



Las luxaciones de codo ocurren cuando los huesos del antebrazo (radio y cúbito) se desplazan de su posición normal en relación con el húmero dentro de la articulación del codo. Es la segunda luxación más común en adultos, después de la luxación del hombro, y generalmente se produce por traumatismos indirectos, como caídas sobre una mano extendida.


Las luxaciones pueden ser completas (luxación total) o parciales (subluxaciones). También pueden estar asociadas con fracturas y con lesiones de ligamentos y estructuras neurovasculares.


Diagnóstico


El diagnóstico se realiza mediante evaluación clínica, observando deformidad visible en el codo, hinchazón, dolor intenso y pérdida de movilidad. Las radiografías anteroposterior y lateral del codo confirman la luxación y permiten descartar fracturas asociadas.


En algunos casos, se requieren estudios adicionales como tomografía computarizada (TAC) o resonancia magnética (RMN) para evaluar lesiones ligamentarias o fracturas complejas.


Diagnóstico Diferencial

Condición

Características

Fractura supracondílea

Afecta el húmero distal, con dolor y deformidad.

Fractura de la cabeza del radio

Dolor localizado en el lado externo del codo, movilidad limitada.

Fractura del olécranon

Dolor y deformidad en la parte posterior del codo, visible en radiografías.

Epicondilitis

Dolor sin deformidad evidente, afecta tendones sin luxación.

Sinovitis traumática

Hinchazón y dolor tras traumatismo, sin desplazamiento articular.

Manejo de Emergencia


El manejo de emergencia de una luxación de codo requiere una reducción urgente para restaurar la alineación anatómica y prevenir daño a estructuras neurovasculares. La reducción puede realizarse bajo sedación o anestesia local, seguida de la inmovilización del codo con una férula posterior.


Antes y después de la reducción es fundamental evaluar la integridad vascular (pulsos) y el estado neurológico (nervios radial, mediano y cubital). Si la reducción cerrada no es posible, se requiere intervención quirúrgica.


Tratamiento Definitivo


Después de una reducción exitosa, el codo se inmoviliza durante 1 a 3 semanas, dependiendo de la estabilidad articular. Se evita la inmovilización prolongada para prevenir rigidez articular. Posteriormente, se inicia fisioterapia para recuperar la movilidad y la fuerza.


En luxaciones asociadas a fracturas o daño ligamentario, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para reparar las estructuras afectadas y estabilizar el codo mediante tornillos, placas o injertos ligamentarios.

 
 
 

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