Lesión Cerebral - Control de Esfínteres
- EmergenciasUNO

- 3 sept
- 3 Min. de lectura
INFORMACIÓN PARA PADRES - SALUD PEDIÁTRICA
Aviso Legal
Este contenido tiene fines informativos y no sustituye la consulta con su médico o profesional de salud. No incentivamos por ninguna razón la automedicación. Se ha realizado un esfuerzo para asegurar que la información sea precisa, actualizada y clara. www.emergencias.org.es no se responsabiliza por errores, omisiones o los resultados de tratamientos descritos. Las publicaciones informativas se actualizan regularmente, por lo que se recomienda asegurarse de tener la versión más reciente.
Los niños y adolescentes que han sufrido una lesión cerebral pueden presentar dificultades en el control de esfínteres por distintas razones, entre ellas: problemas de equilibrio o coordinación, alteraciones en la percepción de las sensaciones corporales, pérdida de destrezas manuales o dificultades para planificar acciones.
Es posible que el niño no perciba las señales del cuerpo (como la necesidad de orinar) o que no recuerde cómo actuar cuando las siente.
¿Cómo se presentan las dificultades con el control de esfínteres?
Estas dificultades pueden manifestarse de diversas formas. Por ejemplo:
Incontinencia urinaria, es decir, escapes involuntarios de orina.
Problemas para llegar al baño a tiempo, por dificultades físicas o de movilidad.
Dificultad para manejar la ropa (subir/bajar pantalones, desabrochar).
Necesidad de supervisión o ayuda para limpiarse correctamente después de usar el inodoro.
En niños que utilizan silla de ruedas, puede haber limitaciones relacionadas con el entorno físico:
Acceso limitado a baños adaptados
Espacio reducido para maniobrar
Necesidad de ayuda para la transferencia desde la silla al inodoro
¿Cuándo consultar al médico?
Si nota dificultades persistentes con el control de esfínteres, hable con el equipo de rehabilitación de su hijo, que puede incluir:
Médico fisiatra o rehabilitador
Enfermera clínica especializada
Terapeuta ocupacional
El abordaje debe ser multidisciplinario, considerando todos los factores antes de implementar un plan de tratamiento personalizado.
¿Cómo se evalúa la situación?
La evaluación incluirá los siguientes aspectos:
Entorno en casa y en la escuela: acceso al baño, necesidad de barras de apoyo o adaptaciones, y nivel de supervisión requerido por seguridad.
Habilidades motoras: análisis de la capacidad para ejecutar los movimientos necesarios para ir al baño (equilibrio, uso de brazos y manos, manejo de la ropa).
Frecuencia y hábitos: cuántas veces necesita ir al baño y si requiere recordatorios o ayuda con la programación de horarios para promover la continencia.
¿Cuál es el tratamiento?
Conocer el nivel de independencia del niño antes de la lesión es clave para establecer metas realistas y adaptar el tratamiento a su nivel actual.
Durante las etapas tempranas de recuperación, cuando el niño puede estar confundido o distraerse con facilidad, es útil establecer rutinas regulares para ir al baño.A medida que el niño mejora, es importante fomentar su autonomía en el cuidado personal, siempre teniendo en cuenta su situación física y cognitiva actual.
Intervenciones para promover la independencia
Repetición y estrategias de aprendizaje, como el encadenamiento hacia atrás (reverse chaining), donde se enseña primero el último paso de la actividad y luego se van incorporando los pasos anteriores hasta que logra realizar toda la secuencia.
Uso de hojas de apoyo visual y, en algunos casos, fotografías. Estos recursos ayudan a recordar el orden de los pasos necesarios para ir al baño.
Incorporación de equipos adaptativos para facilitar el proceso, como:
Barras de apoyo o inodoros con soportes
Comodidades portátiles
Ropa adaptada (por ejemplo, pantalones con cintura elástica)
Adaptaciones del baño para mejorar el acceso y la seguridad, especialmente en niños que usan silla de ruedas
Consulte con el terapeuta ocupacional de su hijo para recibir asesoramiento personalizado sobre las mejores soluciones para su caso.
Puntos clave a recordar
Las dificultades para ir al baño son frecuentes después de una lesión cerebral y pueden deberse a múltiples factores físicos y cognitivos.
Es importante realizar una evaluación integral para identificar barreras y encontrar soluciones adaptadas al entorno del niño.
El objetivo principal es fomentar la autonomía, con estrategias prácticas, materiales visuales, adaptaciones físicas y entrenamiento específico
Un enfoque interdisciplinario asegura que todos los aspectos —médicos, funcionales y emocionales sean tenidos en cuenta.

Comentarios