Lesión Cerebral – Atención y Concentración
- EmergenciasUNO

- 27 ago
- 2 Min. de lectura
INFORMACIÓN PARA PADRES - SALUD PEDIÁTRICA
Aviso Legal
Este contenido tiene fines informativos y no sustituye la consulta con su médico o profesional de salud. No incentivamos por ninguna razón la automedicación. Se ha realizado un esfuerzo para asegurar que la información sea precisa, actualizada y clara. www.emergencias.org.es no se responsabiliza por errores, omisiones o los resultados de tratamientos descritos. Las publicaciones informativas se actualizan regularmente, por lo que se recomienda asegurarse de tener la versión más reciente.
La atención y la concentración nos permiten enfocarnos en lo importante y mantenernos enfocados con el tiempo.
Tras una lesión cerebral adquirida, estas habilidades pueden verse afectadas, provocando dificultades en el aprendizaje, la conducta y la participación diaria.
¿Qué es la atención?
La atención es la capacidad de concentrarse en una cosa en particular. Usamos esta habilidad a diario sin darnos cuenta. A veces, necesitamos atender a dos o más cosas al mismo tiempo o cambiar rápidamente entre tareas.Por ejemplo: copiar del pizarrón mientras escuchamos una explicación del profesor.
Ejemplos de dificultades con la atención y la concentración
Dificultad para concentrarse en ambientes con mucho ruido o distracción.
Se distrae fácilmente por otros niños, ruidos, movimientos u objetos cercanos.
Incapacidad para mantenerse quieto, se muestra inquieto o mueve las manos/piernas sin parar.
Problemas para seguir instrucciones.
Habla fuera de turno, interrumpe o cambia de tema bruscamente.
Se siente abrumado fácilmente cuando hay mucha información.
Tiene dificultad para identificar lo importante en una página llena de contenido.
No maneja bien múltiples tareas o demandas simultáneas.
Dificultad para cambiar de una actividad a otra.
Baja persistencia en las tareas y problemas para trabajar de forma autónoma.
Estrategias que pueden ayudar
Planifique las actividades más exigentes para la mañana o después de un descanso prolongado.
Mantenga las actividades breves o divídalas en bloques cortos con un inicio y fin claros.
Programe descansos regulares y ofrezca actividades que permitan al niño moverse.
Alterne tareas exigentes con otras más simples o físicas.
Limite la cantidad de información que se le da; presente una sola tarea o idea a la vez.
Dé instrucciones cortas, desglosadas o escritas para reforzar la comprensión.
Al dar una instrucción, llame al niño por su nombre y establezca contacto visual antes de hablar.
Refuerce las instrucciones con notas visuales o escríbalas en la pizarra.
Reduzca las distracciones: si es posible, ubíquelo al frente del aula y mantenga su mesa libre de objetos innecesarios.
Siente al niño cerca del docente o de compañeros que sirvan de modelo positivo.
Dé indicaciones claras para retomar la tarea y refuerce con elogios la conducta adecuada.
Simplifique y reduzca la cantidad de información en las fichas o pizarras.
Establezca y mantenga una rutina diaria clara en el aula.
¿Cuándo consultar a un profesional?
Las dificultades de atención y concentración pueden evaluarse de forma precisa mediante una valoración neuropsicológica.Un neuropsicólogo infantil puede identificar las fortalezas y debilidades cognitivas del niño y desarrollar estrategias personalizadas para ayudarlo a mejorar su desempeño.
Puntos clave para recordar
La atención nos permite seleccionar lo importante; la concentración nos ayuda a mantener el foco.
Después de una lesión cerebral adquirida, el niño o adolescente puede presentar dificultades con estas habilidades.
Un neuropsicólogo puede realizar una evaluación y diseñar estrategias específicas para apoyar al niño.

Comentarios