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Lesiones Óseas de la Mano y la Muñeca

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



Las lesiones óseas de la mano y la muñeca son comunes debido al gran número de pequeños huesos y articulaciones en estas zonas, lo que las hace susceptibles a fracturas y traumatismos por impacto directo o caídas. Los huesos más comúnmente afectados incluyen el escafoides, el radio distal y las falanges.


Estas lesiones pueden causar dolor, hinchazón, limitación del movimiento y, si no se tratan adecuadamente, pueden generar complicaciones como mala consolidación o necrosis avascular, especialmente en huesos como el escafoides.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en la historia clínica de traumatismo, seguida de un examen físico para detectar dolor localizado, hinchazón, deformidades y limitación del rango de movimiento. Las radiografías son esenciales para evaluar fracturas, luxaciones o fisuras en los huesos de la mano y la muñeca.


En casos donde las fracturas no son visibles en radiografías convencionales, especialmente en el escafoides, puede ser necesaria una resonancia magnética (RM) o una tomografía computarizada (TC) para confirmar el diagnóstico.


Diagnóstico Diferencial

Lesión

Características Distintivas

Fractura de escafoides

Dolor en la tabaquera anatómica tras caída con mano extendida, alto riesgo de necrosis avascular.

Fractura de Colles

Fractura del radio distal, deformidad en “tenedor invertido” tras caída con mano extendida.

Fractura de Smith

Fractura del radio distal con desplazamiento volar tras caída con mano en flexión.

Fracturas falángicas

Dolor intenso, deformidad visible o angulación de los dedos, usualmente por traumatismo directo.

Luxación de articulaciones carpianas

Desplazamiento de huesos carpianos, dolor severo y deformidad en la muñeca, común en luxación del semilunar.

Manejo de Emergencia


El manejo de fracturas de la mano y la muñeca en urgencias depende de la estabilidad de la fractura y del nivel de dolor del paciente. En la mayoría de los casos, la articulación afectada se inmoviliza con una férula o yeso, y se administra analgesia mediante antiinflamatorios no esteroides (AINEs) o, en casos severos, opioides.


Las fracturas desplazadas pueden requerir reducción cerrada antes de la inmovilización. Si se sospecha una fractura de escafoides, aunque no sea visible en la radiografía inicial, se debe inmovilizar la articulación y reevaluar con estudios de imagen adicionales.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo varía según el tipo de fractura. Las fracturas no desplazadas pueden tratarse con yeso durante 4 a 6 semanas, seguidas de fisioterapia para recuperar la movilidad. Las fracturas desplazadas, inestables o conminutas suelen requerir intervención quirúrgica, como fijación interna con tornillos o placas. En las fracturas de escafoides, es fundamental un seguimiento estricto debido al riesgo de necrosis avascular.

 
 
 

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