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Lesiones de Hueso de la Mano y de la Muñeca

Foto del escritor: EmergenciasUNOEmergenciasUNO

Actualizado: 15 sept 2024

MANUAL MINORS



Las lesiones óseas de la mano y la muñeca son comunes debido a la gran cantidad de huesos pequeños y articulaciones en estas áreas, lo que las hace susceptibles a fracturas y lesiones por traumatismos directos o caídas. Los huesos más afectados incluyen el escafoides, el radio distal y las falanges.


Estas lesiones pueden causar dolor, hinchazón, limitación de movimiento y, si no se tratan adecuadamente, pueden generar complicaciones como la consolidación viciosa o necrosis avascular, especialmente en huesos como el escafoides.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en la historia clínica de un trauma, seguido de la exploración física para detectar dolor localizado, hinchazón, deformidades y limitación en el rango de movimiento. Las radiografías son esenciales para evaluar fracturas, luxaciones o fisuras en los huesos de la mano y la muñeca. En caso de fracturas no visibles en la radiografía convencional, especialmente en el escafoides, puede ser necesaria una resonancia magnética (RM) o una tomografía computarizada (TC) para confirmar el diagnóstico.


Diagnóstico diferencial

Lesión

Características Distintivas

Fractura de escafoides

Dolor en la tabaquera anatómica tras una caída sobre la mano extendida, alto riesgo de necrosis avascular.

Fractura de Colles

Fractura del radio distal, deformidad en dorso de tenedor tras una caída sobre la mano extendida.

Fractura de Smith

Fractura del radio distal con desplazamiento volar, tras caída sobre la mano flexionada.

Fractura de falanges

Dolor intenso, deformidad o angulación visible en los dedos, generalmente por trauma directo.

Luxación de articulación carpiana

Desplazamiento de los huesos carpianos, dolor severo y deformidad en la muñeca, común en luxaciones del semilunar.

Manejo en Emergencias


El manejo de las fracturas de mano y muñeca en emergencias depende de la estabilidad de la fractura y del dolor del paciente. En la mayoría de los casos, se inmoviliza la articulación afectada con una férula o yeso y se administra analgesia con antiinflamatorios no esteroides (AINEs) o, en casos graves, opioides.


Las fracturas desplazadas pueden requerir una reducción cerrada antes de la inmovilización. Si se sospecha una fractura de escafoides, incluso si no es visible en la radiografía inicial, se debe inmovilizar y reevaluar con imágenes adicionales.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo varía según el tipo de fractura. Las fracturas no desplazadas pueden tratarse con inmovilización mediante yeso durante 4 a 6 semanas, seguida de fisioterapia para recuperar la movilidad. Las fracturas desplazadas, inestables o conminutas a menudo requieren intervención quirúrgica, como fijación interna con tornillos o placas. En el caso del escafoides, es esencial un seguimiento estricto debido al riesgo de necrosis avascular.

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