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LESIONES CERVICALES

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



Desde la perspectiva de un médico de emergencias que trabaja en un servicio de urgencias, las lesiones cervicales pueden variar desde contusiones menores hasta lesiones graves que afectan la médula espinal.


La evaluación y el manejo de estas lesiones requieren un enfoque sistemático para prevenir complicaciones a largo plazo y garantizar una atención adecuada. A continuación se presentan las lesiones cervicales más comunes y su manejo:

Categoría

Descripción

Fracturas

Fractura de Vértebras Cervicales: Fractura en las vértebras cervicales causada por traumatismo directo, accidentes automovilísticos, caídas o lesiones deportivas. Puede ser estable o inestable, con posibles déficits neurológicos.

Luxaciones

Luxación de Vértebras Cervicales: Desplazamiento de una vértebra cervical de su posición normal debido a un trauma severo. Puede provocar dolor intenso, rigidez y déficits neurológicos.

Lesiones de la Médula Espinal

Lesión Traumática de la Médula Espinal: Provocada por fracturas o luxaciones cervicales, puede generar parálisis parcial o total, pérdida de sensibilidad y disfunción de órganos internos, dependiendo del nivel de la lesión.

Lesiones de Tejidos Blandos

Esguinces y Distensiones: Incluye el “latigazo cervical” por movimientos bruscos del cuello, que produce dolor, rigidez y a veces síntomas neurológicos leves.

Lesiones de Tejidos Blandos

Contusiones y Hematomas: Golpes directos que generan dolor, hinchazón y equimosis. En casos severos, pueden afectar vasos sanguíneos y formar hematomas.

Compresión Nerviosa

Radiculopatía Cervical: Compresión de una raíz nerviosa cervical, comúnmente por hernias discales o estenosis espinal, que provoca dolor irradiado, debilidad y alteraciones sensoriales.

Compresión Nerviosa

Síndrome del Túnel Cervical: Compresión de la médula espinal por estenosis del canal vertebral, generando dolor cervical, debilidad en las extremidades y problemas de coordinación.

Protocolo de Manejo


Evaluación Inicial:


  • Historia Clínica y Examen Físico: Identificar el mecanismo del trauma, evaluar síntomas neurológicos y buscar signos de dolor o deformidad. Realizar una evaluación rápida para detectar compromiso neurológico o vascular.


  • Inmovilización: Si se sospecha lesión medular o fractura, inmovilizar el cuello con un collar cervical rígido para prevenir más daño.


Imágenes Diagnósticas:


  • Radiografías: Para evaluar fracturas, luxaciones o alteraciones en las vértebras cervicales.


  • Tomografía Computarizada (TC): Ofrece una evaluación más detallada de fracturas o luxaciones y permite detectar lesiones medulares.


  • Resonancia Magnética (RM): Útil para valorar lesiones de tejidos blandos como hernias discales o compresión medular.


Tratamiento Inicial:


  • Manejo del Dolor: Administrar analgésicos y medicamentos antiinflamatorios según necesidad.


  • Inmovilización: Continuar la inmovilización hasta completar las evaluaciones definitivas.


  • Tratamiento de Lesiones de Tejidos Blandos: Aplicar hielo para reducir inflamación y hacer seguimiento para valorar la necesidad de fisioterapia.


Intervención Quirúrgica:


  • Fracturas y Luxaciones: Puede requerirse cirugía para estabilizar las fracturas, reducir luxaciones o descomprimir la médula espinal en casos graves.


  • Lesiones Medulares: En presencia de compromiso neurológico significativo, puede ser necesaria la descompresión quirúrgica de la médula y la estabilización de la columna.


Seguimiento y Rehabilitación:


  • Fisioterapia: Para recuperar el rango de movimiento, la fuerza y la funcionalidad del cuello y la columna.


  • Monitoreo Neurológico: Seguimiento regular para evaluar la recuperación de la función neurológica y ajustar el tratamiento según sea necesario.


Cada lesión cervical requiere una evaluación y manejo cuidadosos para evitar complicaciones graves y fomentar una recuperación completa.

 
 
 

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