MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
Las lesiones genitales contusas en mujeres pueden ocurrir por diversas causas, incluyendo traumatismos, accidentes, agresiones sexuales o prácticas sexuales violentas. Es crucial que los profesionales de la salud conozcan los aspectos clave de esta patología para brindar una atención adecuada y oportuna.
Síntomas
Los síntomas más frecuentes de una lesión genital contusa femenina incluyen:
Dolor intenso en la zona genital y perineal[1][3]
Sangrado vaginal[1][3]
Dificultad o dolor al orinar[1][3]
Dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales)[2]
Sensación de presión o masa en la región genital[3]
Náuseas y vómitos (en casos severos)[1]
Signos clínicos
Durante la exploración física, se pueden observar los siguientes signos:
Edema y eritema de los genitales externos[1][2]
Hematomas y equimosis en vulva, labios y periné[1][3]
Laceraciones o desgarros en la mucosa vaginal[2][3]
Sangrado activo de lesiones genitales[1][3]
Deformidad anatómica del área genital[3]
Signos de shock hipovolémico en casos graves[1]
Exploración
La exploración de una paciente con sospecha de lesión genital contusa debe realizarse de manera sistemática y cuidadosa:
Inspección visual detallada de genitales externos, periné y región anal[1][5]
Examen con espéculo para visualizar paredes vaginales y cérvix[5]
Tacto bimanual para evaluar útero y anexos[5]
Exploración rectovaginal para descartar lesiones en tabique rectovaginal[5]
Evaluación de signos vitales y estado hemodinámico[1]
Es fundamental realizar la exploración de manera empática, explicando cada paso a la paciente y respetando su privacidad[5].
Pruebas diagnósticas
Para un diagnóstico preciso y evaluación de la extensión de las lesiones, se pueden realizar las siguientes pruebas:
Ecografía pélvica y transvaginal[3][5]
Tomografía computarizada en casos de sospecha de lesiones intraabdominales[3]
Resonancia magnética para evaluar lesiones de tejidos blandos[3]
Cistoscopia y rectoscopia si se sospecha compromiso vesical o rectal[3]
Exámenes de laboratorio: hemograma, pruebas de coagulación, grupo sanguíneo[1]
Cultivos vaginales y cervicales para descartar infecciones de transmisión sexual[6]
Manejo en Emergencias
El abordaje inicial de una lesión genital contusa femenina en el servicio de emergencias debe incluir:
Estabilización hemodinámica si es necesario[1][3]
Control del sangrado mediante compresión directa[1]
Analgesia adecuada[1][3]
Limpieza y desinfección de heridas[1]
Sutura de laceraciones que lo requieran[2][3]
Antibioticoterapia profiláctica en casos de heridas contaminadas[3]
Vacunación antitetánica si es necesario[1]
Evaluación por ginecología para determinar necesidad de exploración quirúrgica[2][3]
Apoyo psicológico, especialmente en casos de agresión sexual[6]
Documentación detallada de lesiones para fines médico-legales[6]
El manejo adecuado de las lesiones genitales contusas femeninas requiere un enfoque multidisciplinario, con especial atención a la evaluación inicial, el diagnóstico preciso y el tratamiento oportuno para prevenir complicaciones y secuelas a largo plazo.
Citas
[3] https://www.msdmanuals.com/es-ec/professional/lesiones-y-envenenamientos/traumatismos-del-aparato-urogenital/traumatismos-genitales
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