MANUAL MINORS
La lesión del tendón de Aquiles es una lesión común que afecta al tendón más fuerte y grueso del cuerpo, el cual conecta los músculos de la pantorrilla (gastrocnemio y sóleo) con el hueso del talón (calcáneo). Estas lesiones pueden variar desde tendinitis (inflamación del tendón) hasta rupturas parciales o completas.
Son comunes en personas activas, especialmente en deportes que implican saltos o cambios bruscos de dirección. Los síntomas incluyen dolor súbito o progresivo en la parte posterior de la pierna, debilidad y, en el caso de una ruptura completa, una incapacidad para caminar o ponerse de puntillas.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza mediante la historia clínica, exploración física y pruebas específicas como el test de Thompson, donde al comprimir la pantorrilla no se produce flexión plantar si el tendón está roto. En casos menos evidentes, una ecografía o una resonancia magnética (RM) pueden confirmar el grado de la lesión.
Diagnóstico diferencial
Condición | Diferenciación clave |
---|---|
Tendinitis del tendón de Aquiles | Dolor en la parte posterior de la pierna que empeora con la actividad, pero sin pérdida funcional severa |
Desgarro muscular del gastrocnemio | Dolor agudo en la pantorrilla, asociado con actividad física, pero sin incapacidad para la flexión plantar |
Bursitis retrocalcánea | Dolor localizado detrás del talón, con hinchazón visible, sin afectación directa del tendón de Aquiles |
Ruptura del tendón tibial posterior | Dolor e hinchazón en el lado medial del tobillo, asociado a aplanamiento del arco del pie |
Fractura del calcáneo | Dolor severo tras un traumatismo directo en el talón, con dificultad para caminar; confirmado por radiografía |
Manejo en Emergencias
En el manejo inicial de una lesión del tendón de Aquiles en el servicio de urgencias, se debe inmovilizar el tobillo en una posición de flexión plantar para minimizar la tensión en el tendón. Se administran analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para controlar el dolor.
Si se sospecha una ruptura completa, se recomienda la remisión inmediata al ortopedista, ya que el tratamiento quirúrgico suele ser necesario. La ecografía o la resonancia magnética se utilizan para confirmar la gravedad de la lesión.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento depende de la severidad de la lesión. Las rupturas parciales o tendinitis se tratan con reposo, fisioterapia y ortesis que mantengan el pie en flexión plantar para permitir la curación. En las rupturas completas, el tratamiento quirúrgico es la opción de elección, con sutura del tendón roto.
El postoperatorio incluye inmovilización y fisioterapia prolongada para restaurar la función y la fuerza del tendón. Los tratamientos conservadores, como inmovilización sin cirugía, también pueden considerarse en personas de bajo nivel de actividad, pero con mayor riesgo de re-ruptura.
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